Por Norberto Asquini

Síndrome de orfandad: ¿Quién es responsable de la postergación de Acha?

Síndrome de orfandad: ¿Quién es responsable de la postergación de Acha?
24 Agosto, 2020 a las 09:34 hs.
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Norberto Asquini

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En la política pampeana, y sobre todo en la local, hay una pregunta recurrente sobre General Acha, la tercera ciudad histórica de la provincia: ¿por qué se estancó? ¿por qué no se desarrolló?

Algunos datos dan cuenta de esa situación: en cantidad de electores la sobrepasó hace tiempo Toay como tercera ciudad (que tuvo un crecimiento espectacular al estar cercana a Santa Rosa), el 70 por ciento de sus cuadras está sin asfaltar y salvo Durlock, no tiene fuentes de trabajo genuinas, o se van cerrando como el frigorífico.

Una cicatriz que persiste

Esto llevó a profundizar un sentimiento de postergación entre sus habitantes que es histórico y que se arrastra desde hace más de un siglo. Cada vez que hay un conflicto, aflora el reclamo por las pérdidas sufridas desde que en 1900 la capital del Territorio Nacional de La Pampa pasara provisoriamente de Acha a Santa Rosa y se terminara de consumar en 1904. El traslado de la capital generó un profundo debate en su época y los reclamos se mantienen vigentes.

El historiador Hernán A. Bacha indica en una publicación que “General Acha reclama desde hace un siglo una reparación histórica por la capitalidad que le arrebataron para dársela a Santa Rosa. Como indica la escritora Ana María Lassalle, es una cicatriz que persiste en el presente”. Ha quedado en ese sentido un síndrome de orfandad en la ciudad que parece perpetuarse.

Ese mismo sentimiento aflora en momentos como cuando se quiso instalar la fábrica de químicos FIASA en 2010 o cuando en 2018 el gobierno provincial lanzó el proyecto para llevar agua del Acuífero Valle Argentino al Acueducto para Santa Rosa cuando faltara. Entre los reclamos ambientalistas se cuela también cierta resistencia a seguir perdiendo terreno y frenar el despojo histórico, aunque los proyectos sean viables.

¿Quién es el responsable?

El debate sobre la postergación achense se retomó en el último tiempo tras la asunción del intendente Abel Sabarots. Una gestión que se ha caracterizado en el breve tiempo que lleva en funciones en poner en marcha proyectos o revalorizar el espacio urbano.

Ahora, ¿quién es el responsable de ese retraso que sobrelleva Acha? Las aguas están divididas entre quienes señalan la falta de apoyo de la Provincia y quienes observan que se debe a cuestiones propias, sobre todo a la falta de una dirigencia a la altura de las circunstancias que no supo cómo hacer crecer la ciudad.

Muchos achenses analizan, desde su óptica, que la Provincia no ayudó a la ciudad como lo hizo con otras localidades. Pero también hay una deficiencia dirigencial y de visión política y estratégica. No surgieron referentes de peso, salvo tal vez Roberto Zamora, y que solo pudo ocupar la intendencia menos de un año ya que falleció en un accidente automovilístico en 2012. Las gestiones peronistas anteriores fueron cuestionadas, condenadas por la justicia y dejaron más problemas que soluciones. Surgió para superar esta situación un partido vecinalista con Zamora a la cabeza, pero tras su fallecimiento la intendenta que lo sucedió sumió todavía más a Acha en el estancamiento.

En la política local los conflictos parecen ser más importantes que lograr consensos. Así se observa en un peronismo dividido desde hace muchos años que, pese a ser mayoritario, está en permanente disputa y sin lograr una referencia que sobresalga y congregue al resto de los sectores, y que no sea cuestionado. El resto de las fuerzas vive una situación similar. El síndrome de orfandad se observa también en lo esquivo que ha sido su electorado para el peronismo pampeano. En 2013 la sorpresa de esas elecciones fue el apoyo popular que se le dio a Javier Mac Allister para diputado nacional. En las siguientes votaciones para presidente buena parte le dio su apoyó a Mauricio Macri y sus candidatos. Una tendencia que es más una reacción a lo que entienden una falta de apoyo provincial que al apoyo a la dirigencia macrista local.

Se señala que la llegada a la intendencia de Sabarots tuvo mucho que ver con esta situación. Es un dirigente nacido en General Acha pero que hizo su carrera profesional y política en Santa Rosa. Alguien identificado como achense, pero también como alguien “de afuera”. Tal vez esa característica, sumada a otras como su perfil moderado, hizo que la gente lo respaldara como posibilidad para cambiar la situación actual.

El 12 de agosto, en el 138 aniversario, hubo muestras, como no se veían desde hace tiempo en las redes sociales, de apoyo y acompañamiento a la ciudad. El gobernador Sergio Ziliotto envió un saludo en el que adelantó su apoyo para su despegue. Hay obras proyectadas como la travesía urbana sobre la ruta 152 que van por buen camino. Tal vez haya llegado el momento que deje atrás ese sentimiento de postergación.

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