El pasado miércoles, las autoridades de la cooperativa eléctrica con sede en Quemú Quemú, donaron dos cápsulas para traslados de pacientes al Hospital Atilio Calandri de Quemú Quemú y a la Posta Sanitaria de Dorila.
Dichas cápsulas permiten la movilización de personas de modo aislado en un espacio móvil cerrado, de modo de proteger a quienes manipulan al paciente.
Las cápsulas cuentan con aire filtrado por HMSE que fluye hacia afuera por presión interna negativa a través de unas pequeñas turbinas alimentadas a batería conectable a 12 voltios, para recarga o mantenimiento.
Poseen una boca de acceso de suero y oxígeno, permite además, la manipulación del paciente en el interior a partir del ingreso de los brazos a través de guantes sujetos a la capsula.
Esta nueva herramienta de traslado surge de la necesidad de protección del personal médico y de la unión creativa, funcional y desinteresada de médicos, terapistas, ingenieros, paramédicos, diseñadores, que progresivamente fueron dando forma a un prototipo que pudiese ser fácilmente replicado en cualquier lado.
“Creemos que es una herramienta que protegerá y facilitará al personal sanitario el traslado de pacientes intra localidades, ya que todos los pueblos bajo la jurisdicción de Cosypro eventualmente concurren a General Pico para la atención de este tipo de casos”, informó Gastón Moreno, Consejero de la cooperativa.
El halo de atmósfera fue recibido por sendas autoridades sanitarias y el personal implicado, a quienes se les facilitó una pequeña inducción al uso.
“Cuando a partir de Gastón se supo de su existencia, en el Consejo no dudamos en adquirirlas ya que como institución intermedia tenemos un compromiso para con nuestras comunidades, en este caso aportar nuestro granito de arena en una situación tan penosa como la que nos está tocando atravesar”, agregó Gustavo Escobar, presidente de la Cosypro”.
Este proyecto que comienza como un sueño de desvelados, que en plena cuarentena nivel 1, vía whatsapp, intercambian ideas acerca de un posible medio de traslado aislado de pacientes de Covid, que desde sus talleres hogareños anticipan prototipos de sus partes, que confluyen en video llamadas para intercambiar ensayos y resultados.
Esos locos solidarios que pusieron su conocimiento y esfuerzo a disposición de la población, permiten que hoy nuestros incansables trabajadores de la salud, en nuestros hospitales zonales, puedan abocarse al cuidado de los pacientes libres del peligro de contagio por contacto.
