La iniciativa ingresada esta semana a la Legislatura provincial por la vicepresidente 1° de la misma, Alicia Mayoral tiene por finalidad promocionar la industria sericícola en La Pampa, a través de la creación de un programa de promoción y producción del gusano de seda, cuya aplicación e instrumentación dependerá del organismo que determine la reglamentación de la presente.
En este sentido, el programa tiene como objetivos básicos –entre otros-: la experimentación necesaria en materia de sericicultura y producción del árbol de la morera; incluir a la morera dentro de los planes forestales provinciales; propagar el cultivo de la morera y su aplicación en la cría del gusano de seda, cuya finalidad sea su mejoramiento en el rendimiento y la producción; determinar y aconsejar las mejores razas y variedades del gusano de seda que más se adapten a las diferentes regiones de La Pampa; asesorar y orientar en todo lo relativo a la cría del gusano de seda, cultivo y multiplicación de la morera; promover la industrialización de los capullos del gusano de seda en los lugares que se produzcan, gozando de exenciones impositivas a determinarse en la reglamentación; promocionar la venta e industrialización de los capullos del gusano de seda, conforme las necesidades de la industria y el comercio; promocionar el cooperativismo de los productores sericícolas, con el fin de aumentar el volumen en la producción y lograr características competitivas en la elaboración.
Por último, en colaboración con el Ministerio de Educación, crear escuelas, talleres y cursos de sericicultura para ambos sexos; otorgar becas y fomentar pasantías, todo con el fin de fomentar técnicos en sericicultura y devanadores prácticos (extractor del hilo).
Luego de la aparición de la Ley 25.747, desde INTI Textiles pensaron en la producción y el cultivo del gusano de seda – a través del Proyecto Seda–, como la actividad ideal para que emprendedores de zonas rurales, artesanos y/o cooperativas de trabajo afiancen la economía local y contribuyan al cuidado del ambiente.
Es una actividad con alto potencial para mejorar la calidad de vida de las poblaciones más vulnerables, ya que el productor se apropia de la lógica de su producción, en el marco de un proceso particularmente desarrollado por mujeres.
Por su parte, la Ing. Patricia Marino, Coordinadora técnica del Proyecto Seda (INTI), expresaba durante 2019 en una revista especializada: “Desde hace años, junto al INTA y la Facultad de Agronomía de la UBA, venimos promoviendo la sericicultura a nivel nacional. El INTI participó de la Red Latinoamericana de la seda. Por el valor que tiene la producción de nuestra seda comenzamos a participar y afianzar este proyecto con colegas latinoamericanos”.
Seda
La seda es considerada como la reina de las fibras naturales por sus propiedades, es cálida en invierno y fresca en verano. Su suavidad y brillo característico hacen que sea un material muy buscado por los grandes diseñadores de indumentaria, nacionales e internacionales (Francia, Italia, Estados Unidos). La “materia prima” para el proyecto parte del huevo del Bombyx Mori para tener los gusanos, donde su único alimento es la hoja de mora, una especie ampliamente difundida en Argentina.
La UBA es la institución que más produce estos huevos, requeridos todo el año para éste proyecto. Los insumos fundamentales que tienen este tipo de producción es la mano de obra: mantener los gusanos hasta el momento de la metamorfosis, desde que nace hasta que hace el capullo para transformarse en mariposa. Dentro de 30 a 35 días, ese capullo obtiene unas fibras que se devanan en un filamento y en otras técnicas que utiliza el INTI para concretar la sericicultura.
Los productores se encuentran repartidos entre La Pampa, Misiones, Salta, Jujuy y Buenos Aires, siendo los lugares más propicios para el desarrollo de esta actividad las zonas templadas, ya que son las más favorables para el cultivo de la planta de mora (Morus alba), único alimento de los gusanos de seda (Bombyx Mori).
Por último, Mayoral opinó al respecto que “cuando pensamos en adherir a ésta Ley nacional, pensamos en generar nuevas fuentes de empleo en nuestra provincia. Tenemos la experiencia de nuestras tejedoras ranqueles, asesoradas por el Ministerio de la Producción, junto a otras áreas del gobierno, para su desarrollo y comercialización de productos. La producción de capullos de seda ya es una realidad en La Pampa, concretamente en Realicó. Es una producción alternativa, que no requiere una alta inversión y que además cuenta con el apoyo de una institución tan importante en el país como es el INTI, que asesora y acompaña a éstos productores desde el inicio de la actividad”.
