Los ilícitos se produjeron hace menos de un mes, el 13 de abril en un barrio de la zona sureste de Santa Rosa. Allí el imputado mantuvo una discusión con su pareja y, a posteriori, mientras la mujer estaba limpiando el baño de la casa que compartían, comenzó a manifestarle “denunciame vigilanta de mierda” (sic) y le dio un golpe de puño en la mandíbula.
La víctima se encerró en el baño y comenzó a gritar. Una hija, menor de edad, se levantó y le dijo al agresor: “¿qué haces papá?, ¿por qué le pegás a mamá?”. El hombre respondió expresándole que se fuera a la pieza.
Ese mismo día, a las 22, el acusado mantuvo una discusión con un vecino y, cuando su pareja intentó que regresara a la vivienda, G.D.S.S. “le dijo que la iba a matar a palos, que le iba a romper la nariz y que le iba a romper toda la casa”, según se detalló en el fallo. Una vez en el interior del domicilio, le indicó que fuera hablar con el vecino, pero la mujer se negó y volvieron a discutir.
Allí el imputado nuevamente agredió físicamente a su pareja e intercedió otra hija de ella también menor-, a quien el acusado “le propinó un golpe de puño en la panza y en la mano derecha, defendiéndose la víctima con una silla que interpuso entre ambos; mientras la adolescente se encerraba en el baño”.
Finalmente, al llegar la policía, el reo rompió un espejo y amenazó con quitarse la vida, lesionándose con un cuchillo que tenía en su poder, por lo que intervinieron el Equipo de Abordaje a Incidentes Críticos (Edaic) de dicha fuerza para atenderlo, y el Grupo Especial para el retiro de los miembros de la familia, hasta que G.D.S.S. pudo ser detenido.
La sentencia de Maza fue dictada a partir de un acuerdo de juicio abreviado presentado por el fiscal Cristian Casais, el defensor particular Gastón Gómez y el imputado, un jardinero y pintor de 47 años con antecedentes penales. La damnificada, al ser informada de los alcances del acuerdo, prestó su conformidad y, a raíz de esa postura, La Asesoría de Niños, Niñas y Adolescentes tampoco puso reparos cuando recibió vista de ello, atento a que una de las víctimas es menor de edad.
En los juicios abreviados, los jueces están impedidos, según el Código Procesal Penal de La Pampa, de imponer sanciones más severas a las requeridas por el Ministerio Público Fiscal. No obstante, en este caso específico, Maza consideró que el acusado era “merecedor de la pena acordada” y, aunque las partes no lo habían convenido, ella le mantuvo la condición de reincidente porque el 25 de octubre del año pasado había sido condenado a un mes y 15 días de prisión de cumplimiento efectivo por hurto simple.
Por último, la magistrada, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 11 bis de la ley 24660, ordenó que se consulten a las víctimas si desean se informadas acerca de los planteos defensivos en los que se pueda decidir la incorporación del acusado a distintos regímenes antes de terminar de cumplir la pena (salidas transitorias, régimen de semilibertad, libertad condicional, prisión domiciliaria, prisión discontinua o semidetención, libertad asistida o régimen preparatorio para su liberación).
