En esta ciudad a las 06:00 de la mañana ya había jubilados haciendo cola en los bancos. En Buenos Aires desde anoche con reposera y frazadas. Todo lo hecho hasta este momento lo echaron a perder en horas. Se equivocaron.
El centro de General Pico superó a un día normal de actividad bancaria. Porque al jubilado se le sumó también un acompañante.
Eran a los que más debíamos cuidar. Se insistió mucho en este aspecto por su vulnerabilidad. Hoy fueron los más expuestos.
Se sabía que la situación desbordaría lo planificado. La necesidad de poder contar son su jubilación para poder vivir fue más fuerte que la obligación de mantener el aislamiento. Es que algunos de ellos viven solamente con lo que van a buscar al banco todos los meses.