Se trata de Franco Goytia, un joven de 24 años y que integra un equipo de profesionales que viajó a EE.UU para validar el invento.
Tras los casos de coronavirus confirmados en Argentina, el alerta por este brote continúa creciendo. Con el objetivo de buscar soluciones rápidas, cuatro argentinos crearon un dispositivo que diagnostica a una persona infectada de la manera más veloz y efectiva que existe a nivel mundial. Franco Goytia, uno de ellos, es vecino de Vicente López. Desde San Francisco, Estados Unidos, el joven de 24 años habló con el Zonal para contar acerca del proyecto.
El método de detección consiste en un hisopado nasal. Esa muestra se inserta en un cartucho que luego se coloca en un dispositivo portátil. “En solo 60 minutos, una tirita indicará si es positivo o negativo”, explica.
“Mientras cursaba la Licenciatura en Economía, empecé un emprendimiento basado en tecnología que fue muy exitoso”, recuerda sobre sus inicios. Y agrega: “Ahí me convencí de que quería seguir haciendo esto”.
Sus ganas de ejecutar nuevos planes lo acercaron a la biotecnología. “Conocí a investigadores del Conicet y constantemente estaba pensando en cómo podría agregarle valor a sus proyectos para llevarlos a los negocios y resolver una problemática a nivel mundial”, revela.
Fue así como se contactó con un grupo de investigadores que estaba probando una tecnología denominada Crispr. “Federico Pereyra, Lucía Curti y Carla Giménez me hablaban de algo súper reciente, que permitía una accesibilidad inédita y con una precisión sin precedentes. Entre los cuatro, fundamos Caspr Biotech”, dice Goytia, orgulloso de su empresa.
Este proyecto biotecnológico permite detectar enfermedades y hasta, en algunos casos, eliminarlas por modificación genética. Pereyra, Curti, Giménez y Goytia, crearon un kit que funciona de forma similar a un test de embarazo y que da un diagnóstico barato y portátil. “Ya somos 10 personas en el equipo y la base está localizada en Buenos Aires”, comenta.
“Uno de los inversores nos invitó a un programa muy prestigioso que nos otorga US$200.000 para potenciar nuestros negocios y que nos da un espacio en un laboratorio de San Francisco, Estados Unidos”, sentencia. Y añade: “Viajamos hace dos meses para acá y no paramos de crecer”.
Con el coronavirus como foco de atención en todo el mundo, decidieron adaptar el dispositivo. “Utilizamos una tecnología que hace un diagnóstico molecular. Ya habíamos avanzado con esto en dengue y zika”, asegura Franco. Y aunque parezca complejo, la readaptación del sistema no lo fue para ellos: “Hicimos algunas variaciones con muestras sintéticas, publicamos un informe y justo fue el boom internacional”.
Actualmente, el dispositivo se está optimizando y requiere perfeccionamiento para lograr su validación. “Queremos sacarlo al mercado cuanto antes”, indica acerca del aparato que planean poner a disposición de centros hospitalarios y salitas de baja complejidad.
El emprendedor sostiene: “Es importante evolucionar en las capacidades de diagnóstico para que se realice de una forma más descentralizada”.