Cientos de turistas desoyeron las recomendaciones del Gobierno y se trasladaron en auto para pasar el fin de semana largo.
Pese a que las autoridades nacionales y municipales, con Alberto Fernández a la cabeza, le pidieron a la gente que se quede en sus casas y evite los traslados a fin de combatir el avance del coronavirus, cientos de turistas se dirigieron en las últimas horas a la Costa Atlántica para pasar el fin de semana largo.
Si bien desde el Gobierno intensificaron los controles en las rutas con personal de Gendarmería y hasta cancelaron los vuelos de cabotaje y los micros de larga distancia, este jueves se vieron largas filas de autos en los accesos principalmente de Villa Gesell y Pinamar, lo que generó un fuerte repudio en las redes sociales.
Barrera habilitó sólo el sector sur para ingresar a Gesell, donde revisaron auto por auto a los cientos de turistas que se movilizaron.
Martín Yeza, su par de Pinamar, había escrito un mensaje similar: “A todos los que vienen a Pinamar les avisamos que va a estar todo cerrado. Todos los días seguimos aumentando los controles. No son vacaciones, está todo el país en cuarentena“.
Aun así, cientos de vecinos optaron por trasladarse hasta las ciudades balnearias con motivo del fin de semana largo y aprovechando la suspensión de clases que decretó Fernández hasta el 31 de marzo.
Los intendentes ya avisaron que intensificarán los controles dentro de las ciudades, con más seguridad en las calles, locales cerrados y restricción para ir a la playa.
Mientras tanto, el Gobierno avanza con los operativos en las rutas. El principal punto se establecerá el viernes por la tarde en la autopista Buenos Aires-La Plata, en el peaje de Hudson. Allí, la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Gendarmería Nacional y médicos de las Fuerzas Armadas montarán un operativo cerrojo para medir la temperatura de todos los conductores y acompañantes que se dirijan hacia la Ruta 2.
En caso de detectar fiebre, las fuerzas de seguridad notificarán al conductor la obligación de regresar a su domicilio y lo escoltarán en el recorrido. Además, se disparará un alerta a las autoridades correspondientes para que durante el día se verifique que el grupo familiar acató la orden y permanece en cuarentena. Caso contrario, se iniciará el proceso judicial por desobediencia.