Está internado en Fundación Favaloro con respiración artificial y asistencia mecánica. Su estado es crítico y su familia inició una campaña para generar conciencia sobre la donación de órganos.
Mariano Deseta tiene 16 años y desde hace dos sufre una miocardiopatia dilatada severa. Este jueves tuvo que ser conectado a un respirador artificial y a una bomba que reemplaza la función del corazón en la Fundación Favaloro. Está en emergencia nacional a la espera deun trasplante de corazón.
“Él estaba perfecto hasta que le agarro una faringitis. Dentro del gran problema que tiene, la fiebre a los pacientes con insuficiencia cardíaca los detona. Su corazón no puede pelear contra eso. A partir de ahí estuvo cada vez peor”, cuenta Silvana Burudarena, su mamá, que lo acompaña junto a toda su familia en la Fundación.
Mariano vive en Libertad, partido de Merlo, y hasta hace algunos meses no tenía ningún síntoma, pero este cuadro viral complicó su situación. “Mi hermano tiene un problema en el corazón, una cardiopatía ventricular en la cual el ventrículo izquierdo de él había crecido y se había estirado más de lo aceptable para que el corazón funcione normalmente, esto lo convertía en una bomba de tiempo. Sabíamos que en algún momento esto le iba a pasar factura“, cuenta Ezequiel Deseta, su hermano mayor, que inició una campaña en sus redes sociales bajo el hashtag #UnCorazonParaMariano.
Mariano estudia en la INAC- CIATA de Morón y esta semana debería haber comenzado 5º año, pero no pudo. Su sueño era ser mecánico de aviones pero la salud le cambió los planes y hoy tiene en mente estudiar la carrera de Guardaparque. “Es amoroso, es muy buen hijo, tiene un corazón enorme . Siempre da prioridad al otro antes que a él“, asegura su mamá, que recuerda que en 2014 su hijo formó parte de una campaña para ayudar a “Helenita”, una beba de dos años que fue trasplantada y necesitaba recaudar fondos para viajar a los Estados Unidos a tratarse.
Además, Silvana cuenta que su hijo “siempre fue un chico sano y fuerte, al que le encanta la natación y el boxeo”. Por eso la impresionó tanto que, desde que lo conectaron a la asistencia mecánica, Mariano pasó cuatro días dormido. “Están tratando de estabilizarlo porque en las condiciones en las que estaba era imposible aceptar un trasplante, estaba muy débil”, explica.
Según le dijeron los médicos a Silvana, Mariano puede estar hasta un mes con asistencia mecánica por eso es urgente acompañar a la familia Deseta en la difusión del caso y generar conciencia sobre la donación de órganos.
Donar salva vidas
El pasado 27 de febrero se conmemoró el Día Internacional del Trasplante de Órganos y Tejidos y, según las últimas estadísticas del INCUCAI, hay más de 7.000 personas que esperan un trasplante para salvar sus vidas y, hasta ese día, en el país se hicieron 288 trasplantes gracias a que 128 argentinos donaron sus órganos.
Gracias a la “Ley Justina” todos los mayores de 18 años son donantes de órganos, salvo que hayan dejado constancia expresa de lo contrario. Sin embargo, en el caso de los menores de edad la autorización para la obtención de los órganos y tejidos debe ser efectuada por ambos progenitores o por aquel que se encuentre presente o el representante legal del menor.
“Lamentablemente, llegado el momento, los familiares se niegan a donar“, reconoce Silvana, que está en contacto con Ezequiel Lo Cane, el papá de Justina.