“Residuos escatológicos, asesinos, hijos de puta, mafiosos, cobardes, repugnantes, etc”, compiló el defensor de los rugbiers cada uno de los calificativos que utilizó en entrevistas el abogado Fernando Burlando, que representa a los papás de Fernando Báez Sosa (18), para referirse a los acusados, y pidió a la Justicia que investigue si cometió los delitos de apología del crimen e intimidación pública.
De acuerdo al escrito que presentó Hugo Tomei ante el juez de Garantías de Villa Gesell, David Mancinelli, el abogado de la familia Báez Sosa dijo que le daban “ganas” de defender a los reclusos del penal de Dolores en caso de que éstos les hicieran algo a los rugbiers detenidos. Entiende que son “expresiones públicas de riesgo para la vida de los imputados”.
Además, Tomei pidió la intervención del Colegio de Abogados para que evalúe la conducta ética profesional de Burlando y que se lo intime a que cese en ese tipo de manifestaciones contra los rugbiers.
Fuentes del caso dijeron a Clarín que el juzgado no puede exigir a ninguna de las partes que no se manifieste sobre el caso en los medios de comunicación. Por lo pronto, copias de la presentación serán derivadas a la fiscalía de Dolores para que investigue si los delitos denunciados existieron.
Los planteos que hace Tomei se basan en declaraciones que hizo Burlando en entrevistas que concedió a América TV entre el 19 y el 21 de febrero. “El nombrado profesional (dice por Burlando) confirma el contenido de las futuras agresiones denunciadas, cuando reitera en tres oportunidades, que le dan ganas de defender a quien se disponga a matar a los imputados”, sostiene el defensor.
“El mensaje que envió a todos los ciudadanos, especialmente, a los internos de las cárceles, debe entenderse fácilmente como un aval para todo aquel que quiera atentar contra de la vida de todos los imputados, ocho detenidos y dos en libertad, quienes han sido denominados por el letrado desde sus primeras expresiones públicas en los medios de comunicación como: ‘residuos escatológicos’, ‘asesinos’, ‘hijos de puta’; ‘mafiosos’; ‘cobardes’, repugnantes, etc”.
Para Tomei, Burlando “no solo robusteció las denominaciones sustantivas que venía utilizando, sino que fue más lejos aún: afirmó que estaba dispuesto a defender a quienes los mataran”.
Por eso, consideró que el abogado de los papás de Fernando debe ser investigado penalmente como presunto autor de los delitos de intimidación publica y apología del crimen, al tiempo que su conducta tiene que ser evaluada por el Colegio de Abogados.
Esta semana, el abogado de los acusados sufrió un revés por parte de la Justicia de Garantías, que rechazó el pedido de recusación contra la fiscal Verónica Zamboni, por lo que seguirá al frente de la investigación que mantiene a ocho de los rugbiers detenidos en la alcaidía de la Unidad Penal 6 de Dolores, considerados “coautores”, y dos en libertad, aunque imputados como “partícipes necesarios” del crimen de Fernando, un homicidio doblemente agravado.
El defensor ya recurrió a la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores para que resuelva sobre la prisión preventiva que pesa sobre los imputados; podría volver a hacerlo para recurrir la medida dictada por Mancinelli sobre la recusación.
Con los mismos argumentos que había presentado para que Zamboni fuera recusada, además, Tomei conformó una denuncia penal por presuntas irregularidades en la investigación, que tramita en la UFI N°4 de Dolores, a cargo del fiscal Mario Pérez. Por ahora, la estrategia del defensor se centra en atacar a las partes, no la gravísima imputación que podría derivar en condenas a prisión perpetua para los imputados.
