Un video de los dos se había viralizado en las redes. Ahora la familia completa se encuentra refugiada en Turquía.
El video que mostraba a un padre junto con su hija a la que le enseñaba a reír cada vez que resonaba una bomba dio la vuelta al mundo.
Como en la película “La vida es bella”, escrita, dirigida y protagonizada por Roberto Benigni, lo hacía a modo de juego para minimizar el miedo y el trauma de la guerra, en este caso en Siria.
Ahora, los protagonistas de ese video, la pequeña de cuatro años, Salwa, y su padre de 32, Abdalla Mohamed, se encuentran a salvo con el resto de la familia.
Lejos de los bombardeos y gracias al video viral, lograron llegar a Turquía, en calidad de refugiados.
Lo había sido publicado en Twitter un amigo de Mohamed, Mehmet Algan, quien los ayudó a contactarse con el gobierno turco.
Salwa y su familia cruzaron el paso fronterizo de Cilvegozu para entrar al municipio turco de Reyhanli. Sus familiares recibieron a la niña con un avión de juguete y un jugo.
Abdullah, padre de la pequeña, contó a la Agencia Anadolu, que los últimos nueve años habían sido muy difíciles bajo los continuos bombardeos.
“Aquí (en Turquía) no hay ruidos de aviones (de guerra) ni de bombas. Sólo el trino de los pájaros. Quiero que Salwa viva con los demás niños y estudie”, dice Abdullah, quien agradeció al presidente Recep Tayyip Erdogan, y al ministro del Interior, Suleyman Soylu.
El video de Salwa tiene ya cerca de tres millones de reproducciones. En este caso, a diferencia de lo que pasó en la película dirigida por Roberto Benigni sobre el nazismo, la historia real tuvo un final feliz.