El hecho ocurrió sobre el mediodía en pleno centro piquense.
¿Qué Pasó?
No hay una versión oficial de los sucesos, pero testigos del lugar señalaron que a calle 13 y 22 llegó una mujer con una joven en una moto de mediana cilindrada. La mujer se bajó y habría ingresado a una heladería que hay en esa esquina, mientras el hijo – sería menor de edad-, estacionaba la moto a unos cinco metros del lugar.
En ese momento un efectivo policial llega al lugar y habría observado que la motocicleta no tenía la patente colocada, por lo cual comienzan a realizarle la multa.
La mujer, quién sería dueña la moto y que se encontraba parada al lado del rodado , recibe la multa de parte de la policía y le dice a los uniformados que “la moto no la van a tocar y cargar hasta que no haya una orden del juez”.
La policía sin mediar ningún tipo de diálogo toma la moto para cargarla en la camioneta, mientras la mujer se aferró a ella y vuelve a repetir “no, no la moto no la van a tocar”, a lo que llega la respuesta de un efectivo policial femenino que le indica “ahí viene el jefe, ahí viene el jefe”.
A este episodio se agrega quién sería el hijo de la mujer que se sube arriba de la motocicleta intentando impedir que se la lleven. A partir de allí se comienzan a suceder hechos violentos, gritos, corridas para finalmente terminar con la demora del menor y el secuestro de la moto.
Ante los hechos que generaron un gran alboroto en pleno centro piquense y sin poner en tela de juicio el trabajo preventivo que debe realizar la policía, la situación se podría y se debía haber manejado de otra manera.
