A lo largo del fin de semana se realizó en las instalaciones de la Agrupación Gaucha Maraco una Jornada de Equinoterapia, organizado por el Centro de equinoterapia La Rosa de la ciudad de General Pico.
Dicha jornada estuvo destinada a profesionales, padres y quienes trabajan diariamente en el marco de esta terapia, y contó con la presencia de Belén Olivieri, del Centro de Equinoterapia Luján, el cuál viene desempeñando esta tarea desde hace varios años y es una persona sumamente capacitada en dicho tema.
Belén comentó que es nacida en la localidad de Torres, en provincia de Buenos Aires, partido de Luján “mis padres trabajaban en centros de atención a personas con problemas de salud mental, mi abuela era maestra de personas con discapacidad, por lo cual siempre estuve relacionada con personas con discapacidad. Luego de recibirme de profesora de Educación Física, hice la licenciatura con orientación en discapacidad y salud, y en esta búsqueda, el campo era mi conexión, mi relajación. Lo relaciono con mi trabajo, con los chicos y al tener la posibilidad de trabajar en una institución rural, busque que además de deporte, se relacione con la terapia…y ahí arranqué con la equinoterapia hace más de 10 años”.
Respecto a la equinoterapia en si sostuvo que “tanto la parte teórica como la práctica son importantes. Lo teórico está más apuntado a los padres y aquellas personas que se dedican a esto, mientras que el trabajo práctico se realiza con las personas que necesitan la terapia. Los consultas son diferentes cuando se trata de padres a cuando se trata de una persona que habitualmente trabaja con esta terapia, ya que por un lado, el terapeuta trabaja más en los detalles específicos mientras que los papas son más ansiosos, a veces se buscan resultados rápidos, y este es un trabajo terapéutico lento, que va dando pequeñas señales”.
“Esto es algo que se hace con mucha pasión, conociendo la mejoría y evolución de los chicos, aunque es una actividad para todas las personas que necesiten de esta terapia, sin importar la edad. Lo más importante es los objetivos a plantearse con esas personas y de qué manera se realizará el abordaje” indicó Belén, sosteniendo que “tenemos aún mucho para construir por delante, para aprender y más que nada seguir registrando cosas que pasan en el día a día, viendo los logros de cada uno”.
Respecto al acompañamiento que se espera por parte de las autoridades para que esta terapia sea una política de Estado Belén Olivieri comentó que “es muy difícil transcribir en papel cada una de las experiencias, porque uno está muy metido en la actividad en sí que cuando quieres transcribirla, se dificulta o ya pasó. Por eso mismo sería ideal que quienes tienen el poder de tomar decisiones, para que se reconozca la actividad y su importancia y se tome un centro de equinoterapia con seriedad, en lugar de pedir un papel, sería bueno que puedan participar en cursos, que vengan y se involucren con la familias, que escuchen sus experiencias, que vean el trabajo que se hace y es ahí donde todo cambiaría”.
Finalmente Belén Olivieri manifestó que “al no ser todos iguales, se debe trabajar y planificar distinto con cada persona. Se trabaja con objetivos a corto y largo plazo, y de diferentes maneras. Quizá el objetivo final sea el mismo, pero, la metodología y el abordaje para llegar al mismo son distintos”.