La escuela ubicada en la avenida Maimará del Barrio El Chingo, en San Salvador de Jujuy, tenía un espacio totalmente desaprovechado, en el que se acumulaban escombros y basura.
Docentes y alumnos le plantearon entonces a la directora limpiar y desmalezar el espacio para plantar y cultivar vegetales.
El proyecto logró contener a niños y adolescentes que sumaron nuevos aprendizajes.
La directora no solo apoyó a los docentes, sino que además inscribió a la institución en un concurso organizado por el INTA denominado “Huertas Escolares”.
El grupo recibió el segundo premio y hoy continúa con el cuidado y mantenimiento de un espacio que se volvió vital para que los chicos puedan cultivar sus propias verduras y que permite a los maestros implementar una enseñanza transversal de materias.