El fiscal Armando Agüero habló con infopico.com y explicó cómo pruebas de un doble crimen terminaron en una bolsa de consorcio y en la planta de reciclaje. «Esto ocurrió el año pasado en el mes de noviembre a horas del doble homicidio en la localidad de Rancul de Héctor Ceferino Lappetina (88) y Jacinto Atilio “Cacho” Tallone».
El fiscal general remarcó que “lo importante es aclarar que las pruebas que sostienen la acusación de las personas que están detenidas no han tenido ningún conflicto, ni han sido cuestionada y que fueron las que trajimos junto a la doctora, Verónica Campo”.
Agüero, aclaró que “hubo otras pruebas que no fueron las que trasladamos ese día junto con la doctora Campo y que arribaron con posterioridad a la AIC (agencia de Investigación Científica) que por una imprudencia de quién era el responsable en ese momento que terminó en un pasillo, dentro de una bolsa de consorcio interpretado por la gente de limpieza como basura y que fue llevada por personal de recolección de residuos a la planta de reciclaje”.
Señaló que cuando se toma conocimiento de esta situación “inmediatamente y con colaboración de varias dependencias se trasladaron a la planta de reciclaje y se recuperó esa bolsa con todos los elementos secuestrados de ese hecho”.
“De esta situación se puso en conocimiento al juez y la defensa y se determinó que esas pruebas para evitar cualquier cuestionamiento no se la utilizaron, no se las valoró, ni tampoco se peritaron”.
Agregó que “las otras pruebas que trajimos nosotros, junto a la doctora Verónica Campo, si se la valoró y es la que sostiene la acusación”.
Afirmó que como lo sucedido es una situación grave “se inició una investigación y se abrió una causa penal sobre quién era el responsable de la Agencia de Investigación Científica para determinar que había ocurrido, además de apartarlo del cargo”.