El senador de la Nación, Daniel Lovera aseguró que “el decreto 14/20 no es una solución para los trabajadores empobrecidos durante cuatro años de insensibilidad macrista. Pero sí representa un cambio profundo de paradigma al momento de hacer la lectura orgánica de la sociedad por parte de un Gobierno Nacional que ha empezado a darnos señales de esperanza, tanto por la consideración del trabajo en su valor productivo y como derecho humano fundamental, como por la mirada orgánica, transversal y federal que ofrece de un país que debe integrarse, progresivamente, en un proyecto de reactivación nacional”.
A su vez, agregó que “el primer paso en la recomposición salarial del sector privado empieza con este decreto. Representa un aumento de entre el 7 y el 20 por ciento en los sectores más bajos, y mejora el perfil de negociación salarial en paritarias”.
Del mismo modo, el senador indicó que “además, es una medida que conlleva racionalidad política, porque distintos sectores del Ejecutivo están trabajando en un plan de equilibrio para no impactar estructuralmente a las PyMEs. El decreto de Alberto Fernández plantea una mirada integral, es el punto de partida imprescindible para recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores con la conciencia puesta en sostener sus fuentes de trabajo”.
“Hoy, ya tenemos esperanza de recuperar el valor del salario a partir de la producción en Argentina, y este tipo de medida colabora a una coyuntura necesaria en un país que debe transformarse para ofrecerle un lugar de dignidad a todas las familias trabajadoras” sostuvo Lovera.
Por otro lado, resaltó que “la previsión de este aumento es que sea remunerativo, no es una suma extraordinaria. Y las pequeñas y medianas empresas quedarán eximidas los primeros tres meses de las cargas patronales. Una vez que este incremento se liquide no puede retirarse, eso lo convierte en el primer paso para la futura negociación paritaria”.
Puntualmente, “en el convenio de los empleados de comercio, es independiente de la última paritaria mercantil, o sea que se agrega a los aumentos ya pactados para enero y marzo” remarcó.
Finalmente, el senador explicó que “hay una gran diferencia con las últimas medidas electoralistas de Macri; aquellas fueron después de su derrota en las PASO y buscaron únicamente el efecto positivo que pudieran generar en su apuro después de confirmar que había perdido la confianza de los argentinos, duraron solo dos meses. Eso sí era un bono; ahora es un aumento que no se saca ni se termina planificado en dos meses: $ 3.000 en enero y $ 1.000 en febrero. Está pensado para empezar a mejorarle la vida al trabajador”.