En la madrugada del 1° de año se tomaron diversas medidas desde la Municipalidad de General Pico y desde los Ministerios de Seguridad y Salud de la Provincia, para reducir el consumo de alcohol y el ingreso indebido de menores en el primer evento que tuvo lugar en el 2020.
Tal y como habían adelantado en la reunión llevada a cabo en el segundo piso de Médano, el pasado lunes, la intendenta Fernanda Alonso y el subsecretario de Seguridad Ciudadana, Agustín García, durante los festejos de Año nuevo la Municipalidad de General Pico, en conjunto con los Ministerios de Seguridad y de Salud, pusieron en práctica estrategias de control y de seguridad para que los festejos de fin de año transcurrieran con normalidad.
De esta manera para en la madrugada del 1° se coordinaron una serie de acciones a las que se sumó la Subsecretaria de Adicciones, en coordinación con la Subsecretaría de Seguridad y el Municipio, a través de las áreas de Juventud, Prevención de Tránsito y la Dirección de Comercio, reforzando de manera significativa los controles de consumo de alcohol y DNI que no correspondían a menores, que intentaban ingresar a uno de los eventos que tuvo lugar en la primeras horas del 2020.
En cuanto a lo referido a tránsito, se realizaron operativos de alcoholemia a cargo de la policía, en diferentes lugares, estableciendo puntos móviles de control, para que no queden claramente identificados los lugares donde se estaban llevando a cabo dichos controles y que de esta manera pudieran ser evitados.
También volvió a ponerse en práctica el programa Conductor Designado, instalado en el predio mismo de la fiesta, donde se hicieron test de aliento, con el alcoholímetro, si daba cero se colocaba una pulsera identificadora. A la salida del evento, cada persona que venía con esa pulsera puesta, se sometía nuevamente el test y si continuaba dando negativamente, se les daba una consumición, facilitada por los propios organizadores del evento.
Según la información suministrada por los controles de la fiesta, el 1 de enero de 2020 se hicieron 150 test de alcoholemia al ingreso, a jóvenes que voluntariamente se sometieron a este control y a los que se les entregó tickets de gaseosa.
Así mismo se instalaron en el radio urbano de la ciudad se establecieron 12 puntos de control, que arrojaron resultados negativos.
