El piquense, Lorenzo Ré conquistó la cima del Aconcagua el pasado domingo logrando uno de sus grandes sueños a sus tan solo 26 años.
En un ameno diálogo con infopico.com Ré, contó cómo fue llegar a la cumbre de la montaña más alta de América señalando que tanto o más arriesgado fue descender de la misma. “Tardamos en descender dos días. El domingo hicimos cumbre a las 14:40 horas. Estuvimos 35 minutos en la cima y lamentablemente no pudimos apreciar del todo la vista desde allá arriba porque estaba todo cubierto por las nubes. Ya había comenzado la tormenta de nieve que nos agarró en el descenso”, puntualizó.
A las 15:15 comenzaron el descenso “y llegamos al campamento donde estábamos a las 18:45 horas, que era el anteúltimo. Desarmamos la carpa y continuamos bajando y llegamos a las 10 de la noche a “Plaza de mula” que es desde donde publiqué las primeras fotos”, contó a infopico.com
¿Cómo surge la idea de escalar el Aconcagua?
“A mí siempre me gustó la naturaleza, siempre tuve el atractivo de la montaña, del lago, del río, más que del mar, por así decirlo.
Habíamos andado con unos amigos por El Chaltén, las Torres del Paine en el sur y ahí surge la idea de escalar el Aconcagua. Cuando llegué de ese viaje a General Pico me contacté con Pablo García Casatti y comenzamos en el inicio del montañismo y quedé enamorado de toda esa locura que es la montaña, de poder desconectarte y encontrarte con vos mismo.
A mitad de ese año, surgió la propuesta del Aconcagua y no lo dudé; desde el momento cero dije que sí, que iba, que lo iba a hacer porque era un sueño. Empecé con los entrenamientos, no tanto físico sino mental porque tenés que estar muy preparado mentalmente porque tenés que afrontar muchas situaciones adversas en la alta montaña”.
¿Con quién subió a la cumbre?
“Al Aconcagua subí únicamente con el guía, Sebastián García, quien la verdad es una excelente persona”.
¿Sintió miedo en algún momento?
“Sí, un poco de miedo sentí en el descenso. Yo llevaba muy en claro que la cima es la mitad del camino. Una vez en la cima uno no puede relajarse ni desconectarse porque la vuelta es igual o más complicada que la subida. Justo con esta tormenta de nieve que nos agarró se nos complicó el descenso porque la nieve blanda hacía que se te vayan las piernas. Luego de 10 horas y media de caminata para llegar a cumbre, las piernas no son las mismas, pesan el doble. Sufrí un par de golpes, pero nada grave. Ya cuando llegamos a los 6 mil trescientos metros, ahí me tranquilicé porque pasó el susto y la tormenta calmó un poco y se hizo más ameno el camino”.
Lorenzo Ré tiene 26 años, es de General Pico; vivió hasta los 11 años en la localidad de Dorila y luego se radicó definitivamente en la ciudad de General Pico. Es farmacéutico y actualmente trabaja en la Farmacia Widmer.
En diálogo con infopico.com señaló que por ahora solo le queda disfrutar de este momento, “son muchas las emociones porque todavía no caigo, es todo muy reciente. Ahora a disfrutar lo que queda del 2019 y luego estamos pensando con Sebastián (guía), en ver si hacemos el Ojos del Salado la segunda cumbre alta de América, en el mes de marzo de 2020.
