Hoy, lunes 9 de diciembre es el cumpleaños de Justina Lo Cane, la nena de 12 años que fue un ejemplo de lucha, que inició una campaña solidaria que logró cambiar las estadísticas en materia de donación de órganos y que murió el 22 de noviembre de 2017, luego de que nunca llegara el trasplante de corazón que necesitaba para seguir viviendo, a partir de una cardiopatía transgénica que le fue diagnosticada cuando apenas tenía 18 meses de edad.
“Ayudemos a todos los que podamos”, le dijo Justina durante esos días en que esperaba por un donante a Ezequiel, su papá, que hoy trabaja incansablemente por un objetivo que se volvió una cuestión personal: lograr que en la Argentina se bata un récord en materia de donación de órganos, para que otros puedan tener la oportunidad que su hija no tuvo.
“Queremos seguir con la inercia que ya tiene esto”, pone como ejemplo Ezequiel en una charla, haciendo referencia a todas esas personas que se identificaron con la historia de su hija y a las que hoy está convencido no hay que perder de vista.
En la Argentina hay 12.6 donantes cada mil habitantes. La iniciativa que encabeza hoy la familia Lo Cane es llegar a los primeros puestos donde el índice es de 40 de cada mil, para intentar que la realidad de esas más de 11 mil personas que hoy están esperando un trasplante en el país sea otra.
La historia de Justina motivó esta campaña que lleva el nombre de #MultiplicateX7 y “La campaña de Justina”, que intentará que todo lo que se generó no sea olvidado sino que logre ser el comienzo de un cambio profundo en la sociedad argentina.
“El legado que nos deja Justina lo estamos continuando, para que el sufrimiento de ella y el de otros chicos durante esas esperas en las que no pudieron encontrar ese órgano, no sea en vano. Es un sufrimiento tremendo, porque vos ves a tu familiar como se va deteriorando día a día”, dejó saber Ezequiel sobre un drama que hoy están atraviesan miles de familias en el país.
“Ella dijo ‘papá no pidas por mi corazón, ayudemos a todos los que podamos'”, repasa una vez más las palabras de su hija, convencido de que son ellas las que motivaron a que esta causa se convirtiera en una causa de todos. “Justina es un poco la que nos marcó el camino y después hay un aporte muy importante de trabajo en equipo que ayudó a que ‘Multiplicate por siete’ crezca”, deja saber, sobre una iniciativa que sigue sumando colaboradores y logró mover la aguja de las estadísticas, dice él, en parte gracias a la “inmensa solidaridad de los argentinos”, algo que todavía lo sorprende.
El nombre “Multiplicate por siete” está apoyado sobre la base de que un solo donante podría salvar siete vidas a partir de tomar esa decisión clave. Justina fue internada un 9 de agosto en la Fundación Favaloro y fue la falta de un corazón lo que hizo que con sólo 12 años no pueda seguir viviendo, sin embargo su lucha inspiró a cientos que tomaron conciencia de la problemática y decidieron cambiar algo.
“Argentina desde que empezó la campaña pudo bajar la tasa de negación, es decir la respuesta cuando le preguntan a la gente si quiere donar o no. Estábamos cerca de un 40% y ahora estamos cerca de un 30%, bajó 10 puntos”, suma Ezequiel basado en los números de las estadísticas del INCUCAI y de la Asociación de Trasplante Argentina.
Hoy los Lo Cane redoblan esfuerzos por lograr la toma de conciencia y continuar con la lucha que comenzaron junto a Justina y que hoy dan en nombre de otros que como ella atraviesan una difìcil espera. “Registrate como donante, convencé a tu familia, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo. Celebremos el cumpleaños de Justina, logrando que su lucha y la de tantos otros no haya sido en vano”, se esfuerzan por transmitir estos días desde la campaña.
Sobre qué les diría a esos que dudan respecto a convertirse en donantes, tras una pausa, dice: “Primero que hay organismos como el INCUCAI que son muy nobles y confiables, dedicados profesionalmente a que el órgano llegue a quien tiene que llegar. Segundo que piensen que están ayudando a una persona, a que el sufrimiento de ella, de su familia y de sus amigos se termine. Me permito hablar por Justina, a ella tuvieron que sacarle los cinco dedos del pie derecho, tuvo una alergia en la piel que parecía como si estuviese quemada y los dolores de los últimos días fueron tremendos. Si hubiera aparecido un órgano todo eso se hubiera terminado”.