El economista Alejandro Robba, afín al nuevo gobierno, propone recomponer esa industria.
La empresa Industrias Kaiser Argentina (IKA) fabricó entre 1957 y 1970 un utilitario de origen nacional, bajo licencia de Willys-Overland Motors de EE.UU, la Estanciera.
Aún eran tiempos de una industria local fuerte, impulsada durante los años 40 y 50, sostenida hasta la llegada de la última dictadura militar, y luego pulverizada en la década del 90, durante el Menemismo
En un principio propulsado por un motor Willys Continental 6 cilindros de 3.707 CC con una potencia de 115 HP y una caja de 3 velocidades, fueron apareciendo variantes, primero con palanca al piso y luego al volante, y ofrecía la posibilidad de elegir entre la tracción trasera doble tracción (4×4) a partir del año 1959.
Ahora, 43 años después del fin de su fabricación, un economista propone recomponer parte de esa industria devastada, aunque levemente recuperada en los últimos años, con el relanzamiento de la Estanciera.
“¿Queremos que vuelva la 4×4 nacional y popular?“, se pregunta Alejandro Robba, ex Subsecretario de Coordinación Económica del Ministerio de Economía, en la cuenta de facebook de La Gran Makro,la agrupación de profesionales kirchneristas relacionados con la materia.
“No existe mucha magia para seguir por el camino de la reindustrialización y alejar la restricción externa (es decir, evitar la falta de divisas): profundizar la sustitución de importaciones y exportar bienes no tradicionales (mucho mejor si son industriales). Para eso debemos fundamentar una política industrial que aliente la fabricación nacional de productos con trabajo, insumos y cerebro argenta”, argumenta Robba.