El conflicto penal se resolvió por la vía de un juicio abreviado convenido entre el fiscal Walter Antonio Martos, el defensor oficial Martín Garcia Ongaro y el propio condenado. Su pareja, al ser notificada de ello, expresó su disconformidad con la pena acordada y pidió ser informada si el agresor obtiene algún beneficio antes de cumplir la totalidad de la condena (salidas transitorias, libertad condicional, etc.).
El juez de control santarroseño, Carlos Matías Chapalcaz (foto) condenó a un albañil de 28 años a la pena de un año y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo, declarándolo reincidente, por resultar de los delitos de lesiones leves, lesiones leves calificadas por la relación de pareja preexistente, y amenazas agravadas por el uso de un arma impropia; todos concursando en forma real y valorados en el marco de la ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres y de la ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
El conflicto penal se resolvió por la vía de un juicio abreviado convenido entre el fiscal Walter Antonio Martos, el defensor oficial Martín Garcia Ongaro y el propio condenado. Su pareja, al ser notificada de ello, expresó su disconformidad con la pena acordada y pidió ser informada si el agresor obtiene algún beneficio antes de cumplir la totalidad de la condena (salidas transitorias, libertad condicional, etc.).
Hechos
El 27 de mayo pasado, el imputado estaba en la casa de su madre junto a su pareja –quien llevaba ocho meses de embarazo– y sus hijos y comenzó a “ingerir bebidas alcohólicas y a manifestarle insultos irreproducibles a la hija de la damnificada, de ocho años.
Ante esa situación, la mujer decidió regresar con todo el grupo familiar a su casa. Allí el acusado “tomó un tenedor, al cual le había torcido los dientes del medio, dejando solo los de los extremos, aduciendo que apuñalaría a su pareja en el abdomen”. Allí, la hija de ocho años logró quitárselo para que no lesionara a su madre.
El albañil “comenzó a denigrarla como mujer manifestándole ‘tenés olor a p…, sos una p…’. Al escucharlo, la niña le pidió que dejara de decirle esas cosas a su madre, por lo que el imputado intentó agredirla. En ese instante intervino la madre y él empezó a darle golpes de puño y patadas, mientras la sostenía el cabello, por lo que la víctima se colocó sobre el piso e intentó cubrirse la panza ya que el agresor buscarle pegarle allí, a la par que le decía que mataría al bebé porque no era hijo de él”.
El acusado continuó “sin cesar” con las agresiones y “tomó un martillo, tipo masa, amagando con pegarle, por lo que al ver esa situación, la menor salió corriendo a pedir ayuda y fue perseguida por el imputado, quien le provocó lesiones (una herida cortante en el labio inferior, escoriaciones en el pómulo derecho y el brazo izquierdo y una edema en un tobillo), según añade el fallo.
Una vecina llamó a la policía y cuando esta llegó encontró a la víctima tirada en el piso y lesionada y al acusado manifestando a viva voz “que vas a hacer hija de p…, te voy a hacer cagar “. Como el hombre no cesaba en su actitud violenta, se lo detuvo y respondió dándole un cabezazo a un uniformado, por lo que se usó la fuerza para aprehenderlo.