Este sábado 14 de septiembre se cumplen 78 años de su muerte. El bandido dejó su huella en La Pampa. Aficionado a la literatura gauchesca, “idealizaba el arquetipo de criollo rebelde, capaz de alzarse contra la humillación y la injusticia” explica el historiador pampeano Hugo Chumbita. Acumuló el odio de la Policía de la época. Robó, asesinó y huyó. Se dedicó a repartir propaganda anarquista y regaló dinero a los humildes. Fue amado y odiado, pero sobre todo respetado. Repasamos “Crónicas de La Pampa: Crímenes de Bairoletto en Castex, Caleufú y La Maruja”.