Tanto la fiscal María Luz Castany como Diego Pirota, abogado de la familia de la periodista Débora Pérez Volpin, pidieron una pena de 4 años de prisión para el endoscopista Diego Bialolenkier y 3 en suspenso para la anestesióloga Puente. También para ambos, 10 años de inhabilitación para ejercer la medicina.
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La querella y la fiscal consideraron al endoscopista como el responsable de la lesión mortal del esófago y por ello le pidieron una pena que le puede significar la cárcel. El pedido de pena de la familia fue un poco mayor: solicitaron al tribunal que para Bialolenkier sea de 4 años y 5 meses.
“Bialolenkier nunca se da cuenta de que la había perforado y siguió avanzando. Puente tampoco se dio cuenta porque no puso los electrodos ni estaba mirando a la paciente, puede ser que estuviera paveando”, dijo Pirota. Luego refirió al momento en el que, según declaró la anestesióloga, Pérez Volpin se movió y la médica le administró más anestesia. “Débora le avisó en un acto reflejo que se estaba muriendo, ella no se enteró por ninguna alarma”.
Nélida Puente escuchó los alegatos cabizbaja, de a ratos con los ojos cerrados o llevándose las manos a la cara. Bialolenkier, en cambio, no despegó nunca los ojos del monitor por el que veía a la fiscal y a los abogados de la familia. Se lo vio mucho menos afligido que el día que le tocó declarar. Podrá volver a hacerlo esta tarde, si desea aprovechar su posibilidad de decir unas últimas palabras.
En su alegato, el abogado hizo correr un cronómetro con el que iba relatando minuto a minuto qué sucedió dentro del quirófano 6 ese día. Según describió, la lesión se produjo al minuto de comenzado el procedimiento pero advirtieron la descompensación mucho después, por lo que las maniobras de reanimación llegaron tarde para salvar a la paciente. “Se malgastó su tiempo”, dijo.
Según Pirota, luego Bialolenkier supo que la había perforado pero guardó silencio. “Se dio cuenta y ocultó la verdad, nunca dijo que perforó. Sacó el endoscopio lleno de sangre, algo le tuvo que haber llamado la atención. Pero arteramente no le dijo a nadie. Luego lavaron la caña del endoscopio y cambiaron el equipo”.
Tanto la fiscal como la querella se refirieron especialmente al encubrimiento del Sanatorio de la Trinidad y al rol de la instrumentadora Frías, la testigo que vio todo y recuerda poco, quien podrá ser imputada por falso testimonio.
Para la fiscal, “ha quedado claro el intento de encubrimiento”, que basó en el número de serie limado del procesador del endoscopio, en los registros de monitoreo cardíaco que la clínica entregó inconmpletos a la justicia y en el hecho de que el director médico le sugirió a la familia de la víctima un médico particular para que realizara la autopsia.
Pirota dijo que “la muerte de Débora fue exclusivamente por un error médico”. “Débora entró sana al quirófano, su muerte fue exclusivamente por error médico”, afirmó Pirota en los Tribunales porteños antes de conocerse el veredicto del juez Javier Anzoátegui, que encabeza el Tribunal Oral y Correcional 8.
El abogado señaló que “no se explica cómo, en tan poco tiempo, pasaron tantas cosas mal hechas y, ante la crisis, no supieron resolverla”. “Los dos médicos son responsables”, apuntó Pirota contra el endoscopista Diego Bialonlenkier y la anestesista Nélida Puente Nélida, acusados de “homicidio culposo”.
Ayer la anestesista había apuntado contra el endoscopista al asegurar que estaba “indignada” por la declaración de su colega y sostuvo que “evidentemente era una hemorragia digestiva”. “Él (Bialolenkier) me ayudó a quitar el abreboca y a darla vuelta junto con la instrumentadora (Miriam Frías). ¿Cómo no vio el edema en la cara?¿Cómo no se acuerdan de nada?”, se preguntó la anestesista. Su abogado pidió su absolución por la tarde.
En tanto, el endoscopista aseguró ante el juez que “todo funcionaba correctamente” y negó que haya “una lesión esofágica en la cara anterior si el endoscopio se apoya sobre la posterior”, para contradecir el informe de los forenses que afirmó que había una lesión de 3 milímetros en esa área.En ese sentido, el endoscopista deslizó que “pudo haber sido por la entubación endotraqueal” a cargo de Puente lo que originó la lesión en el esófago de Pérez Volpin.
La legisladora porteña murió el 6 de febrero de 2018 tras realizarse una videoendoscopía digestiva en el sanatorio La Trinidad de Palermo.
Por María Ayzaguer para La Nación