Verna, ¿y ahora qué? De la silla vacía a la proyección nacional

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11 Julio, 2019 a las 13:53 hs.

Mientras se espera el anunció del próximo gabinete provincial, quedan pocas definiciones políticas en La Pampa hasta el 10 de diciembre. Una de ellas es qué lugar ocupará el actual gobernador Carlos Verna cuando deje el cargo. Por ahora, está lejos del retiro y esperando la elección presidencial.

Por Norberto G. Asquini.



En septiembre del año pasado, hace 10 largos meses, el gobernador Carlos Verna anunciaba que padecía cáncer, que debía someterse a un tratamiento oncológico y renunciaba a la reelección. En ese momento, el mandatario pensó en su retiro. Y lo siguió pensando durante sus sesiones de quimioterapia. Mientras tanto, la política, como la vida, siguieron su curso y Sergio Ziliotto fue elegido como el candidato a gobernador del oficialismo pampeano y electo con comodidad.

Hoy la realidad es distinta. Una vez más, como ha ocurrido en los últimos años, hubo un nuevo giro en la trayectoria política de Verna. “Qué me voy a quedar sentado en una silla”, le dice el mandatario recuperado de su enfermedad a sus colaboradores cuando le preguntan por su futuro después del 10 de diciembre. Los cambios de rumbo, como cuando no fue por la reelección en 2007, o las sorpresas como cuando se “amigó” con Rubén Marín o directamente renunció a su candidatura a gobernador, son parte de su carrera política. Ahora espera una vez más para saber cuál será su papel protagónico fuera de libreto. 

El hombre sin cargo 

Todavía no está recuperado al cien por ciento, pero retomó el trabajo diario. Mientras tanto, en el peronismo pampeano, y nacional, se preguntan cuál será su lugar cuando asuma Ziliotto.

Algo es cierto. Verna esperó y esperó durante años para ser gobernador en 2003. Fue construyendo su llegada paso a paso. Pero no necesita el cargo de gobernador para ejercer el poder. En 2007 se alejó de la gobernación y dejó a los intendentes de su línea que eligieran al postulante de la Plural. Dos años estuvo “en el llano”, sin cargo institucional, para luego llegar nuevamente al Senado. Cuando era el candidato natural a la gobernación en 2011 se bajó por diferencias con la presidenta Cristina Fernández. Y luego durante cuatro años le disputó el poder al gobernador Oscar Jorge y a CFK desde su lugar en el Congreso. Y volvió a la gobernación peleando contra el aparato estatal provincial con respaldo nacional. 

El dirigente que esperan arriba 

¿Qué hará ahora cuando Ziliotto ocupe la gobernación siendo el dirigente central del peronismo? Algunos se preguntan si su figura puede llegar a incomodar a la gestión del próximo gobernador, que debe legitimarse en el cargo. Pero hay dos cuestiones muy diferentes al panorama de 2007: Ziliotto es hombre de confianza de Verna, y Verna ahora tiene vuelo nacional.

Para quienes están cerca de Ziliotto, consideran que Verna será un consultor permanente. Y afirman que lejos de “hacerle sombra” será el respaldo político que tenga el próximo mandatario cuando lo necesite.

Quienes comparten horas con Verna en su despacho, indican al autor que para completar esta columna hay que esperar a saber lo que pasará en las elecciones presidenciales. Pero que igualmente el gobernador tendrá proyección nacional en el peronismo gane quien ganase.

“Su figura tiene peso a nivel nacional, es un referente y un dirigente de experiencia. Marcó un camino siendo una voz dura frente al presidente Mauricio Macri y también dando ejemplo en la provincia de unidad para el fragmentado justicialismo nacional cuando todos se sacaban los ojos”, analiza uno de esos voceros.

Estos dirigentes analizan que, de esta manera, si en diciembre asume Alberto Fernández, Verna podría ocupar un lugar en el próximo gobierno peronista. O al menos será hombre de consulta. Si en cambio Macri es reelecto, será una de las referencias de la oposición peronista a nivel nacional.

Verna deja el cargo, pero no el poder. Habrá que esperar a octubre para conocer cuál será la silla que le quede mejor.