La interna de la interna: Las peleas locales previas a mayo

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11 Febrero, 2019 a las 14:07 hs.

El domingo 17 de febrero serán las elecciones internas en La Pampa. El dato mayor es la votación a gobernador de Cambiemos. Aunque no serán muchas, también habrá internas en algunas localidades. Se disputan metro a metro, y hasta con el cuchillo entre los dientes, por cuestiones que van desde lo político a las disputas personales.

 

Por Norberto Asquini



Hilos conductores, y no tanto 

Pocas internas vamos a ver el próximo domingo en La Pampa en el inicio del calendario electoral argentino. Sin embargo, concitan interés porque van abriendo el panorama de lo que viene en mayo. La de Cambiemos es la más importante porque es para gobernador. La del PJ porque se disputarán en las principales localidades, salvo en General Pico.

¿En las locales podemos encontrar un hilo conductor? En la del PJ, no. En la de Cambiemos es más evidente. En el justicialismo la unidad provincial fue un hecho, y así también se derramó en el interior cuando el gobernador Carlos Verna avisó a los jefes comunales que iba a apoyar a los que buscaran la reelección. La división de 2015 apenas se hizo notar, aunque haya quienes se ubican de un lado y del otro en estas internas. Donde más falta de entendimiento hubo, fue donde no gobierna el PJ. 

Peleas y renovaciones 

Tenemos tres motivos para las elecciones que se darán en el PJ. Por un lado, las disputas personales, más allá de que se cubran con un motivo político. En Eduardo Castex se dará la pelea entre el precandidato oficial Marcelo Steinbauer y Paulo Bregani. El justicialismo no está bien parado en la gestión y se muestra dividido. Steinbauer fue apoyado por el candidato a gobernador del PJ, Sergio Ziliotto, y hasta por Compromiso Peronista. Bregani agita el argumento de la renovación. Está “caliente” esa elección y hasta hubo roturas de vidrios de locales y acusaciones. Algarrobo del Aguila y Rolón son otra muestra de las diferencias personales entre dirigentes locales, con un sector que enfrenta al actual intendente.

Un segundo motivo son los posicionamientos políticos. Algunos quieren que les “cuenten los votos”. Es lo que ocurre con el kirchnerismo en Santa Rosa y Toay. La Cámpora lanzó su propio precandidato, Luciano Di Nápoli, para disputarle la ciudad al oficialista Jorge Lezcano, que cuenta con el apoyo de las líneas mayoritarias. La campaña parecía demasiado “normal”, hasta que los otros precandidatos empezaron a ponerse nerviosos, como Darío Hernández que lanzó que había “apretadas de la estructura” o Juan Grotto con acusaciones a las dos boletas que van arriba.

En Toay ante la salida del intendente Ariel Rojas, se definió a Rodolfo Alvarez como su sucesor por el oficialismo, pero el kirchnerismo plantó bandera con Juan Pablo Kamper. El corredor Santa Rosa-Toay es donde La Cámpora, seguida de otras expresiones del kirchnerismo, afirma tener más votos y quiere medirse. Por supuesto, el argumento es el de renovación, algo que ya se observó en 2015. 

Un vacío en el pueblo 

La tercera causa es la falta de un liderazgo fuerte. En Santa Isabel José Luis Rodríguez esta vez había dudado de una nueva reelección. Marta Paturlane, del mismo oficialismo, se presentó por el PJ y Rodríguez, ante la falta de un sucesor fuerte en sus filas, se arrepintió y buscará otro período.

En Realicó se pensaba en el ex intendente Facundo Sola para recuperar la municipalidad. Pero este decidió quedarse como diputado. Tres ex funcionarios suyos afrontarán la interna que no pudo evitarse: Leticia Embrici, Nora Heredia y José Alvarez.

La salida del intendente actual disparó también internas en Lonquimay y Uriburu. Luego de 12 años de gobierno de Luis Rogers, su salida deja el vacío para que lo peleen dos dirigentes jóvenes que le “tenían ganas”: el oficialista Manuel Feito y Leonardo De La Iglesia. Una campaña intensa y tensa y con un resultado que parece más que reñido entre un hombre del vernismo y uno del marinismo. En Uriburu tampoco repitió Roberto Gómez y el oficialismo va con Pascual Fernández, con el apoyo de Ziliotto, frente a Graciela Roldán. Allí Fernández no tendría dificultades.

Finalmente, está General Acha, una ciudad donde el PJ no le encuentra la vuelta. Totalmente dividido, no pudo llegar a una boleta de unidad, y el gobierno provincial abandonó cualquier intento de una definición consensuada. Desde hace más de una década las divisiones son profundas y las pasiones personales han llevado a la fragmentación del justicialismo local y a su retroceso. Omar Avila, Rodrigo Ortiz y Silvia Caminos se enfrentarán el domingo.

¿Un pronóstico? Los oficialismos no tendrían inconveniente ganar en una elección donde el PJ está unido en lo provincial. Pero la sorpresa siempre está presente en la política, y más en estos tiempos. 

Los que no pudieron arreglar 

Donde podemos encontrar algún hilo conductor es en Cambiemos. Habrá internas apenas en Eduardo Castex, 25 de Mayo, Toay, Catriló e Ingeniero Luiggi para intendente y demás cargos y en Jacinto Arauz solamente para concejales.

Si bien el macrista Carlos Mac Allister y el radical Daniel Kroneberger se enfrentan para definir mucho más que solamente un candidato a gobernador, ya que también está en juego cómo se reconfigurará la oposición al PJ en La Pampa, esta disputa apenas se derramó en los pueblos. Se trató de llegar a un acuerdo. El PRO en ese sentido fue más práctico: donde medía mejor un candidato radical, acompañaba. Pero no lo iba a hacer donde la UCR no tuviera fuerza. El radicalismo se paró en todas donde pudo para dejar en claro que representa la oposición local. Esto fue lo que pasó en las seis localidades donde habrá internas. Más las diferencias entre la dirigencia actual, sobre todo con las referencias del PRO a los que el radicalismo no quería en sus boletas.

En Eduardo Castex el enfrentamiento entre ambos sectores estaba planteado desde hacía tiempo. El escenario parecía no tener mucha variación, pero en los últimos días algo cambió abruptamente. Las acusaciones de violación por un caso ocurrido hace treinta años sobre el diputado castense Fernando Perelló, tuvo más que consecuencias personales. En los últimos días el radicalismo dejó de entregar la boleta provincial donde figuraba el nombre del legislador ante la condena social de los vecinos.