La crisis de los panaderos: “Es una situación bastante compleja”

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19 Enero, 2019 a las 11:16 hs.

“No podemos trasladar todos los aumentos a los precios, porque perdemos clientes”, afirmó un panadero de barrio Pacifico.

Adrián Blanco, propietario de Panadería "La 32"

Adrián Blanco, propietario de Panadería "La 32"

Adrián Blanco es propietario de Panadería “La 32”, que funciona en calle 32 entre 11 y 13. Comenzó su emprendimiento hace poco más de un año con la ayuda de empleados y con el tiempo la economía actual lo llevó a quedarse solo y a tener que pelearla a diario para mantener las puertas abiertas.

Afirmó que los incrementos en materia prima y servicios lo golpearon duro, como al resto del sector. De hecho a nivel nacional y provincial, las cámaras panaderas salieron a advertir que se viene el cierre de cientos de panaderías en todo el país.

“A mí me afectó mucho, los precios aumentaron mucho. Las harinas aumentaron cuatro veces más de lo que las pagábamos en junio o julio del año pasado. Además lo servicios se duplicaron”, indicó el entrevistado. Precisó que la harina a comienzos del año pasado la pagaban poco más de 300 pesos la bolsa, que de golpea subió a 800 y que llegó casi a los 1400, para estabilizarse actualmente entre 1000 y 1100 pesos.

Comentó que “es una situación bastante compleja, ahora más o menos está estable y uno puede mantener el precio, pero hace dos meses atrás era un desastre, teníamos que actualizar constantemente, había días que trabajábamos a perdida. Con el pan perdíamos, pero uno tiene que producirlo igual”.

“No podíamos trasladar todos los aumentos a los precios, porque perdíamos a los clientes. Los compradores se piensan que es uno el que aumenta porque quiere, pero no es así. Muchas veces sacamos plata del bolsillo para bancar la situación, por ejemplo yo había comprado una heladera exhibidora en junio por inversión, hubo dos meses donde no podíamos aguantar los aumentos y para no trasladarlo a los precios la vendí y con eso pude cubrir los gastos”, contó.

A raíz de las constantes subas confirmó que dio un cambio en los hábitos de compra de los clientes, dado que ahora “empecé a vender más pan que facturas, que antes era al revés. Ahora todos te preguntan si tenés cosas oreadas para vender, que se las dejes a mitad de precios. Sino los mismos clientes que antes llevaba una docena de facturas ahora te llevan media o menos”.

“Hay que pelearla, por suerte acá hacemos todo en familia. Solo yo no podía y no me da para poner un empleado, así que era cerrar o que toda la familia trabaje, así que me están ayudando mi señora y mi hermana. Si no fuera por ellas yo ya tendría que haber cerrado”, afirmó.

Destacó que la situación es similar para todos los panaderos en General Pico, sin importar la magnitud de su emprendimiento. “Hablamos constantemente con los colegas, porque nos comparamos los precios y demás, estamos todos iguales. Tengo uno muchachos que tienen una panadería que funcionaba muy bien, que está bien ubicada y equipada, y me dijeron el otro día que querían alquilarla o venderla, que no la podían aguantar”, contó.

En cuanto a los precios actuales, indicó que “el pan en las panaderías está, en promedio, entre los 55 y 65 pesos, mientras que la factura va de 140 hasta 220. Hay que tratar de buscar el precio en la materia prima, ahí podes hacer la diferencia”. Claro está que eso depende de la capacidad de compra del panadero y el espacio de almacenamiento que tiene su local.

Por último, reconoció que “la panificadoras ilegales nos perjudican mucho. Nosotros a las despensas le dejamos el pan entre 40 y 45 pesos, para que le agreguen su ganancia y lo revendan. Esta gente que no paga nada lo está vendiendo a 30 o 35, trabajan para cambiar la plata nada más”.