El fenómeno se da en el país y tiene su réplica en La Pampa, donde el pastor Daniel Robledo aspira a la gobernación.
Es una tendencia en aumento en los últimos años pero se disparó de cara a las elecciones de este 2019. En los diferentes distritos, sea para puestos ejecutivos o legislativo, provinciales o nacionales, hay un importante número de referentes de la Iglesia Evangélica, que se muestran como una “opción diferente”, alejada de la “mala política” y basada en “los valores de la vida y la familia”. Con convicciones fuetes, buscan captar votantes de los diferentes partidos, que pongan la fidelidad de sus creencias por la que tiene con sus espacios políticos de preferencia.
“En realidad lo que estamos pretendiendo como objetivo es que los grupos de interés puedan fidelizar el voto. Las Iglesias Evangélicas en alguna medida son parte, algunos, de estructuras partidarias, llámese Justicialismo o Radicalismo, pero muchas de esas estructuras o dirigencias a las que se ha apoyado han decepcionado o defraudado los ideales, principios o valores que nosotros tenemos”, manifestó el candidato a gobernador Daniel Robledo (UNA).
Respecto al aumento marcado del número de candidatos, señaló que “lo que vemos es que hoy hay una asociación de esos valores y principios con el uso de la política para potenciar lo que nosotros creemos, por eso en Pueblo Nuevo decimos que ‘militamos lo que creemos”.
“La política está asociada hoy en día en la Argentina a la corrupción, la mentira, la falta de integridad. Me parece que esto no tiene que ver solamente o ser circunscribe a la Iglesia Evangélica, me parece que toda persona de bien está reclamando que se termine con esas cosas. Por eso hoy la Iglesia, como una organización de reserva moral, se va proyectando y va mirando cada vez más, a la hora de elegir a sus representantes, quien es el que está adelante. Por ejemplo está el caso de Zilotto que votó en el Congreso la ley de interrupción voluntaria del embarazo, entonces ese hombre no se encuadra en lo que nosotros creemos, que la vida comienza en el momento de la concepción. Hay una onda en la Argentina, nosotros a políticos abortistas no los votamos”, afirmó.
“Yo no sé si con Pueblo Nuevo vaya a lograr esa alineación, pero en términos generales yo en Argentina, e incluso en Latinoamérica, estoy trabajando en la intención fuerte de conformar estructuras que identifiquen política y partidariamente lo que nosotros creemos”, comentó, y destacó que los candidatos evangélicos cuentan con experiencia suficiente para ocupar cargos ya que, más allá de lo religioso, como institución “hoy la Iglesia Evangélica trasversalmente está en todos los ámbitos de la sociedad. Nosotros tenemos colegios primarios, secundarios, convenios con universidades, cámaras empresariales, cooperativas. Hoy la Iglesia Evangélica no es solo una organización que se ocupa solamente de darle de comer a la gente. Es factible, es compatible que gente como nosotros ocupe lugares de responsabilidad de gobierno”.
Analizando cómo puede darse la elección en La Pampa, consideró el pastor que desde Pueblo Nuevo “no solo venimos siendo una tercera fuerza en la provincia, con la comunidad pampeana brindándonos la confianza, sino que venimos solidificando la estructura partidaria. Pueblo Nuevo va a polarizar con Cambiemos y el PJ la elección. En un lado van a estar ellos y del otro nosotros. Los candidatos a gobernador cuando nos proyectamos en las plataformas, en las propuestas, cuando hablamos de salud, educación, seguridad, generación de empleo, producción, economía, todos sonamos más o menos igual, ahora donde Pueblo Nuevo se diferencia y salimos del sonajero es cuando planteamos la conservación de los valores de la vida y la familia, de eso Kroneberger y Ziliotto no pueden hablar, porque votaron por la ley del aborto, entonces la sociedad pampeana tendrá la posibilidad de elegir entre ellos y nosotros. En caso de que no ganara Kroneberger la interna y llegue Mac Allister, la verdad es que además del desastre económico en que está sumido el país, tenemos que agregarle que el jefe político de Mac Allister –el presidente Macri- es un gran destructor de la familia y los valores”.
Por último, Robledo consideró que se necesita un cambio ya que con los mencionados candidatos “hay dos oficialismos, el provincial y el nacional. Lo que nosotros decimos es que queremos una Pampa activa, lo que esté bien no solo lo acompañamos, sino que lo reconocimos y lo aplaudimos. La Pampa es una provincia bien administrada, pero necesitamos generar otro tipo de visión que proyecte a los pampeanos lo que todos soñamos y sabemos, queremos el desarrollo para nuestras familias, para que nuestros hijos no se queden fuera de la provincia y vuelvan, para eso es necesario generar vivienda y trabajo. El sonajero suena igual, la diferencia es que nosotros lo vamos a hacer”.