Tormenta y destrozos en Alvear: El viento derribó árboles y voló un silo completo

El fantasma del 3 de enero de 2017 volvió a rondar por Intendente Alvear. Hace dos años y tres días la localidad fue azotada por una intensa pedrada, copiosa lluvia y viento de gran fuerza e intensidad que dejó como saldo un pueblo devastado, prácticamente destruido. Jornada que será imposible borrar en la historia pueblerina.

Ayer, alrededor de las 21 horas, se desató otro fenómeno meteorológico, otro golpe de la naturaleza no tan grave como en aquella oportunidad, pero igual dejó sus secuelas por estos lares, indicó El Norte en Movimiento.

El Servicio Meteorológico Nacional mantiene un alerta para el norte provincial.

Hangar y silo

El fuerte viento ocasionó caída de árboles e inmensas ramas en distintos sectores del pueblo. En la zona rural, en una franja más hacia el norte del ejido urbano, destruyó el hangar que la empresa de la familia Azcárate posee a la vera de la Ruta Provincial 1.

El temporal voló parte de la estructura del techo, derribó una pared y dañó seriamente a dos aviones.

Cerca de allí, el productor local José María Hernaez sufrió la voladura de un silo para almacenar 100 mil kilos de cereal. “Me hizo un desastre”, contó el vecino a El Norte en movimiento. “Lo encontramos a 600 metros de donde estaba. Hacía pocos días lo habíamos vaciado. Estaba bien amarrado, pero igual el viento lo levantó pasó por encima de un sembradío de maíz, ni lo tocó, y se detuvo porque encontró unos árboles”, agregó el angustiado vecino.

Lluvia

En un corto lapso de tiempo, la lluvia caída alcanzó los 60 milímetros aproximadamente, generando en el radio urbano la acumulación de agua en calles y desagües. El sistema cloacal volvió a colapsar en el sector de los nuevos barrios, ubicados al sureste, incluso en algunas viviendas el agua inundó patios y los propios inmuebles.

El suministro eléctrico estuvo cortado por varias horas en un amplio radio de la localidad.

Un móvil del medio colega recorrió las calles de Alvear apenas menguó la intensidad de la tormenta y pudo observar la ardua tarea de personal, municipal, junto a bomberos voluntarios, policial y de la COSERIA.

Trabajaron durante horas para liberar las arterias más afectadas y permitir el tránsito. Incluso hubo muchos vecinos, que desinteresadamente prestaron su apoyo con motosierras y otros elementos cortantes para contribuir en el despojo de árboles y ramas.