18 años de prisión por matar a la pareja de quién era la hermana de crianza

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19 Diciembre, 2018 a las 00:00 hs.

La sentencia fue dictada por los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Gastón Boulenaz, quienes además le mantuvieron la prisión preventiva al acusado hasta la finalización del proceso.



La Audiencia de Juicio de Santa Rosa condenó hoy a Diego Nazareno Galdame a 18 años de prisión, por ser autor del delito de homicidio simple en perjuicio de Carlos Ballesteros. La sentencia fue dictada por los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Gastón Boulenaz, quienes además le mantuvieron la prisión preventiva al acusado hasta la finalización del proceso.

Ellos, tras el juicio oral, dieron por probado que 30 de junio pasado, a la noche, Galdame –un jornalero de 39 años– “comenzó una discusión” con la víctima “por motivos que no se pudieron establecer” cuando ésta última estaba con su pareja –hermana de crianza del imputado– y otros familiares en su vivienda en Barrio Escondido, en Santa Rosa.

“Cuando Ballesteros intentó retirarse del lugar en un automóvil, Galdame lo agredió con un cuchillo tipo ‘faca’, haciéndolo retroceder hasta que cayó al suelo, momento en el cual le provocó heridas punzo cortantes en el rostro y en el cuello, que posteriormente le ocasionaron la muerte”, señalaron los jueces.

El imputado, durante las audiencias, se arrepintió de lo ocurrido, pero expresó que le habían pegado “con cadenas, patadas y trompadas” y que no le quedó otra que defenderse porque “sino era Ballesteros, era yo”.

Durante los alegatos, el fiscal Oscar Cazenave solicitó una pena de 21 años de años de prisión, con expresa  declaración de reincidencia, y que se le mantenga la preventiva hasta que el proceso concluya.

El defensor oficial, Pablo De Biasi, alegó por la absolución en base al artículo 34, inciso 6° del Código Penal, que dice que no es punible quien obrare en defensa propia, siempre que concurrieren las siguientes circunstancias: agresión ilegítima, necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla, y falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.

De Biasi manifestó, entre otros argumentos, que Galdame fue atacado, que solamente se defendió, que tanto él como Ballesteros tenían cuchillos y que no se supo con absoluta certeza quién fue el agresor. Subsidiariamente pidió que si fuese condenado, reciba la pena mínima.

“Una gran violencia”.

La Audiencia, al fijar la pena, valoró a favor de Galdame “su escaso nivel de instrucción formal adquirido (muy inferior al ciclo de educación obligatoria), lo que nos pone frente a una persona cuyo ámbito de autodeterminación no adquirió –al menos desde el aspecto formal- un pleno y completo desarrollo”.

A la vez consideró como agravante “la extensión del daño, el cual no solo abarcó la pérdida de una joven persona” sino que también produjo efectos colaterales. Entre ellos, los jueces remarcaron “la frustración de las expectativas de formar una familia” con su pareja, “quien se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad y cuasi indigencia, y vive sola con sus dos hijos menores de edad, respecto de los cuales Ballesteros asumía responsabilidades económicas y morales en la crianza de ellos y el sostenimiento del grupo familiar”. También la afectación sufrida por la hermana de Ballesteros, quien presenció los hechos ya que la víctima falleció en sus brazos, según testificó en el juicio.

Ongaro, Olié y Boulenaz evaluaron negativamente “la naturaleza de la acción, que revistió una gran violencia, actuando cuando Ballesteros estaba tirado en el piso, por haber trastabillado con una bicicleta (…), de modo que su posibilidad de defensa estaba totalmente disminuida (…) No obstante, Galdame actuó manipulando un cuchillo tipo ‘faca’ de grandes dimensiones y filo, lo cual incrementó sensiblemente su poder ofensivo; más aún, con puntazos dirigidos hacia partes blandas del cuerpo (rostro y cuello), lo cual generó un mayor impacto lesivo”.

Finalmente, el Tribunal manifestó que “las circunstancias de tiempo, modo y lugar también denotan aspectos que deben funcionar como agravantes. El ataque de Galdame se produjo luego de una reunión familiar y en la casa de su propia hermana, donde además había niños menores de edad; generando primero una situación de hostigamiento y agresividad verbal hacia Ballesteros para luego, aprovechando el momento en el que salió de la vivienda, comenzar la agresión física que culminó con las heridas mortales”.