Ahogado por las multas por venta de alcohol, cierra sus quioscos y deja sin trabajo a nueve familias

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2 Diciembre, 2018 a las 20:03 hs.

El comerciante reconoce la infracción, pero afirma que lo hace porque los “chinos” le impiden vender durante el día.



La restricción de la venta de bebidas alcohólicas después de las 23 horas ha sido materia de amplia discusión en General Pico, donde desde el Estado se afirma que es necesaria para evitar la circulación de personas alcoholizadas en vehículos, el consumo en la vía pública o los incidente en las calles. Sin embargo los comerciantes aducen que se da una situación de injusticia, porque los bares y boliches pueden vender también en esos horarios y los clientes pueden consumir allí y luego generar los mismos inconvenientes en los exteriores.

Más allá de las constantes recorridas de parte de inspectores y personal policial, y las consiguientes multas a los kioscos y despensas, las violaciones a la ordenanza de nocturnidad son habituales con respecto a la venta de alcohol fuera de horario. Así los propietarios deben enfrentar por su falta multas onerosas, cierres prohibiciones y, eventualmente, clausuras definitivas.

Una situación similar es la del propietario de uno de los negocios más tradicionales de la ciudad, Maxikiosco Meli, que cuenta con una sede central en barrio Talleres y otras dos sucursales, gracias a las cuales varias familias consiguen a diario su sustento.

Dirigiéndose a sus clientes a través de una publicación en Facebook, anunció que “después de lo acontecido creo que todos ya conocen mis negocios, voy a dirigirme a ustedes para comunicarles que pasado fin de año se cerraran las puertas de los mismos, esos que ayudaron a gente cuando necesitaron sin importar ni ganar ningún tipo de mérito. Dentro de pocos días 9 personas se quedan sin sus puestos de trabajo”.

Explicó que “el motivo es no respetar la ley impuesta por la venta de bebidas alcohólicas fuera de horario. Antes quiero dejar en claro que sí, que reconozco que cometo una infracción, pero ya que nadie de todos los negocios que se fueron cerrados se anima decirlo, yo lo voy a decir, ya no tengo nada que perder. Si la tan llamada justicia, ley, legislación, gobernación, intendencia o lo que fuese, actuara como se debe, las despensas o kioscos de barrios, laburantes, no hubiesen perdido sus fuentes de laburo como lo voy a hacer yo. Gracias a un par de inoperantes, que sin ir más lejos dejaron entrar supermercados del extranjero para que ni siquiera paguen impuestos, ni a AFIP, ni Salubridad e Higiene, y encima se los subsidie como todos sabemos”.

“Es más fácil hacer que la gente de nuestra ciudad pierda lo que logró con esfuerzo que poner las cosas en su lugar. Hablan de leyes, mi pregunta es ¿no está mal hecha la ley? Digo ¿un menor de 14 años en los supermercados a las 17 horas comprando alcohol no es más peligroso que un mayor tomando en una cena, asado familiar o reunión? Así estamos y así terminamos los que trabajamos, con un despliegue descomunal implicando Policía, Municipalidad, Tóxicos. ¿Todo ese circo hace falta? El intendente, el ministro, el inspector que tenía olor a bar ¿no toman? Y más en estas fechas. Esta es la ciudad que tenemos, a la que dejaré de llamar General Pico para llamarla General Ente Recaudatorio”, agregó.

“Sí señores clientes y amigos, voy a cerrar mis negocios dignamente, porque sé que no podemos trabajar porque está todo funcionando mal y lamentablemente las autoridades hacen oídos sordos o la vista gorda en muchos casos. Siento mucho dolor, porque después de 13 años en el rubro tengo que cerrar las puertas porque, si no es por eso de que no vendo un paquete de yerba durante el día por los dichosos extranjeros, para variar hacen operativos de tránsito a 60 metros del negocio un domingo o sea que tampoco puedo vender los demás artículos. ¿Esto es Pico? ¿Esto está pasando? Lamentablemente si y nadie va a hacer nada”, lamentó.

“Con todo el dolor del alma buscaré otro rumbo y deseo a todos los colegas que la sigan remando porque esto es lo que estamos viviendo, una triste verdad. Ojala que se dedicaran a cosas más importantes y no a secuestrar motos a gente que labura y cerrar negocios con multas elevadísimas, con lo difícil que esta todo con el laburo, tengo 2 hijos, 9 familias a quien le doy laburo y miles de curriculums de gente que necesita trabajar y llegamos a esto. Trabas todo el tiempo, me siento indignado, con mucha bronca y dolor. Ojalá alguien me dijera vení que te vamos a ayudar a que hagas otra cosa, pero no, se cierran cada vez más puertas”, sostuvo.

Deseó que “ojala esto llegue alguien que pueda hacer algo decente, porque la gente quiere trabajar y merece hacerlo dignamente. Las ayudas anónimas que hago sin ningún tipo de interés ojala las pueda seguir haciendo porque es lo que me hace bien a mí y mejor persona”.

“Gracias a todos por estos años, espero que esto lo lea alguien que realmente se tome el tiempo de recapacitar antes de decir que está mal lo que hago, porque no va a faltar la persona que diga que se joda, para que vende. Si lo hago es porque no se puede lidiar más con la competencia desleal y no olviden antes de criticar que la educación empieza en casa. Gracias por todos estos años y saludos a cada uno que tiene ganado su puesto de trabajo sin tener que lidiar con frio, calor y demás gracias”, expresó.