La cancha y las pelotas: tiempos vertiginosos en la política pampeana

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26 Noviembre, 2018 a las 12:30 hs.

Son tiempos vertiginosos en la política pampeana. Desde el PJ y Cambiemos están definiendo, a contramarcha y bajo presión, cómo conformarán sus listas, a 15 días de cerrar alianzas. ¿Cómo van las negociaciones?

 

Por Norberto Asquini



La cancha vernista, y las pelotas 

El personaje de Loki, en una de las películas de Marvel, al responder sobre cuánto tiempo le llevaría cometer su próxima traición, dice: “Varía de momento a momento”. Algo similar está ocurriendo, dentro de lo lógico, por estas horas en las negociaciones para las alianzas y las listas en la política provincial de cara a las elecciones de 2019. Hay que tomar decisiones en horas, las charlas son veloces y no dejan lugar a pensar mucho. Se está dentro o fuera de los acuerdos.

El gobernador Carlos Verna definió la semana pasada la cancha en la que se va a jugar y las posibles formaciones, buscando una metáfora deportiva. Eligió al candidato a gobernador dentro del vernismo, que será el diputado Sergio Ziliotto, y sugirió como su compañero de fórmula al marinista Mariano Fernández, actual vicegobernador. En estas negociaciones hay un dueño de la pelota, y los que juegan según sus reglas. Verna juntó a los intendentes, dueños del poder territorial, que avalaron a Ziliotto.

El marinismo fue el primero en mostrar su malestar frente a la conformación de una fórmula que sale, según su mirada, por imposición. “Si el ofrecimiento es personal a Fernández, ¿por qué se llama a Rubén Marín como jefe de línea para negociar? Entonces es la línea la que debe elegir al candidato, sea Fernández u otro”, indica una fuente cercana al ex gobernador. Hubo cortocircuito, y no menor, dentro del marinismo. Fernández avaló la decisión del vernismo, circuló un video promoviendo a Varinia Marín. Hay dos vertientes de Convergencia en esta confrontación que ya se habían perfilado: un vicegobernador cuyo capital político es la lealtad a Verna, y para el vernismo le daría gobernabilidad; otros dirigentes cuyo capital es la militancia, y que serían más incómodos para el vernismo. Por estas horas se definirá la línea que prevalecerá.

Verna, antes de alejarse nuevamente para su tratamiento médico, definió los lineamientos para con las otras líneas. Ya ofreció cargos a Compromiso Peronista y a La Cámpora. “Las novedades hay que esperarlas por otro lado, acá ya se jugó, la pelota la tienen ellos”, dice desde Casa de Gobierno un funcionario vernista. “No hay lugar para aventuras, está cerrado el acuerdo”, indica otro de los consultados. 

Los que parecen alejarse 

Una coalición electoral es la idea del PJ. Hay charlas informales con algún dirigente, pero no se ha convocado al resto de los partidos. Hay límites para el gran acuerdo anti-Macri. No llegaron por izquierda, sino por derecha. Los sectores kirchneristas y afines definieron ser parte de ese frente. Así lo van a hacer Nuevo Encuentro, por definición nacional, y otros sin representación institucional como Patria Grande.

El inconveniente está en los massistas. Las ideologías parecen sepultadas, pero son una dimensión más de la política. El evangelismo político de Pueblo Nuevo disparó contra Ziliotto y parece haber quemado todas las naves para un acuerdo. Su diputado lo trató de “abortero” y de estar con la cultura de “la muerte”. Le faltó sacudir las antorchas.

El Frente Renovador anunció que irá con boleta propia y que llevará al abogado Raúl Aragonés como candidato a gobernador. El diputado Darío Hernández tenía una postura más dialoguista con el PJ, pero parece que ese no sería el camino que tomarán.

La oposición habla de un desgranamiento en el PJ a raíz de la no reelección de Verna y las negociaciones bajo presión. Hay sectores del peronismo como el Frente Peronista Barrial que quieren internas, varios candidatos que pelean Santa Rosa y otros que han conformado partidos minoritarios disidentes. 

Las esperas de la oposición 

En Cambiemos el panorama es similar. El acuerdo entre el PRO y la UCR es tácito, pero la conformación de una alianza electoral quedará para las horas previas al cierre. El PRO avanza con listas propias en los pueblos. Mac Allister recorre el interior armando. Los radicales deben definir primero su candidato a gobernador entre los tres dirigentes lanzados. Y hay quienes quieren contar con ese dato lo más temprano posible antes de cerrar con el PRO: si no hay una lista radical de unidad antes de negociar con el macrismo, temen que algún sector presente candidatos o se una a Mac Allister. Mientras tanto, el ex funcionario espera ese acuerdo para negociar una lista compartida que vaya encabezada por él. Y que sea más competitiva que una radical.

Si el pragmatismo es lo que lleva a la UCR y al Fregen a cerrar un acuerdo dentro de Cambiemos, diferente es el panorama para el Partido Socialista. El factor ideológico y el clivaje nacional lo aleja de cualquier entendimiento. Ya avisó que no será parte de las fuerzas que avalen el modelo económico nacional. El Frepam ha quedado reducido a una coordinación legislativa. “No todo puede ser pragmatismo y tratar de sobrevivir, la política también es ideas y convicciones”, afirma el diputado Luis Solana.

Si se habla de desgranamiento por los acuerdos macro, Cambiemos también los sufre. Hay intendentes radicales que le sacan el cuerpo a un frente con el macrismo y se teme que si hay una interna entre radicales y macristas, los perdedores no apoyarán a los que queden.

Habrá que esperar los momentos que nos ofrezcan las negociaciones de las próximas horas para saber bien cómo se conformarán las listas que compitan en marzo y junio de 2019.