El hecho ocurrió el pasado jueves cuando el pequeño jugaba en el tobogán. Los médicos no pudieron volver a reinjertarlo.
El preocupante y lamentable episodio ocurrió el pasado jueves en el Parque Infantil “El Bosquecito de Rebeca”, que maneja la Comisión de Fomento del Barrio Frank Allan y que está ubicado en la esquina de calles 101 y 36.
Alrededor de las 15 horas el pequeño Tomás, de 10 años, se encontraba jugando junto a sus hermanas bajo el cuidado de sus padres. Cuando el niño se tiró por el tobogán, al llegar al suelo sintió un ardor en una de sus manos y cuando miró se dio cuenta que le faltaba por completo uno de sus dedos, el cual le fue amputado por una chapa y quedó colgando en el juego.
Al ver lo ocurrido, sus padres con desesperación pidieron ayuda y un vecino los trasladó hasta el Servicio de Guardia del hospital “Gobernador Centeno”. En el centro de salud se hicieron las evaluaciones correspondientes y ya en horas de la noche el niño fue ingresado al Área de Quirófano, donde los médicos trataron la herida e intentaron sin éxito volver a colocar el apéndice amputado.
