El TIP confirmó la condena contra el hombre que intentó asesinar al intendente de Quetrequén

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20 Octubre, 2018 a las 11:54 hs.

El Tribunal de Impugnación Penal rechazó la apelación y confirmó la pena de 5 años y 6 meses contra Raúl Gómez.



El Tribunal de Impugnación Penal no hizo lugar al recurso de impugnación presentado por Raúl Fernando Gómez y, de esa manera, le confirmó la condena a cinco años y seis meses de prisión por ser autor del delito de homicidio simple en grado de tentativa.
Dicha sentencia había sido dictada el 23 de agosto pasado por el juez de audiencia de General Pico, Carlos Federico Pellegrino. El magistrado, con las pruebas reunidas durante el juicio oral, había dado por probado que el albañil y pintor de 40 años embistió con su Renault Logan a Juan Pablo Resio, cuando estaba acomodando mercadería en la puerta trasera de su Renault Oroch. Ello ocurrió el 2 de diciembre del año pasado en Quetrequén.

Como consecuencia del impacto, la camioneta se desplazó y subió a la vereda. Cuando Resio intentó reponerse, fue abordado por Gómez, que “descendió de su rodado y al advertir que aquél se ponía de pie, regresó nuevamente al Logan, tomó un cuchillo que se hallaba en la puerta delantera y regresó con el fin de agredir a la víctima. Luego de un forcejeo, logró asestarle una puñalada en el cuerpo –a la altura del pecho–, haciendo que perdiera la estabilidad y cayera al piso”. Luego se abalanzó sobre el damnificado, intentando proseguir con la acometida, situación que se vio impedida por el accionar de Miguel Ángel Vargas, quien se arrojó y logró desapoderar del cuchillo al agresor.

Ahora la Sala A del TIP, conformada por los jueces Filinto Rebechi y Fernando Rivarola, ratificó en un todo esa sentencia al denegarle el recurso a Gastón Gómez, abogado particular del acusado.

El defensor consideró que se trató de un fallo arbitraria al existir una errónea valoración de la prueba. Cuestionó que no se evaluara la alternativa de otro encuadre legal y dijo que su representado no tuvo la intención dolosa de producir la muerte de Resio.

“Logicidad inatacable”

“Esta postura de la defensa, si bien comprensible desde el punto de vista de su función técnica, no es compartida, toda vez que el juez efectuó un análisis pormenorizado de las pruebas producidas y la conclusión a la que arribó resultó ser de una logicidad inatacable”, sostuvo el TIP luego de revisar las declaraciones testimoniales.

“En primer lugar, se cuenta con la versión dada por la acompañante de Resio, Adela Leal, quien fue muy clara y precisa”. Indicó que cuando produjo la colisión, la víctima cayó al piso y al reponerse, vio que “Gómez le dio una puñalada y luego fue separado por Vargas”, indicó el Tribunal.

Agregó que otra testigo ratificó esa versión y que más personas observaron cuando Vargas le sacó el arma a Gómez. Incluso una de ellas escuchó al imputado decirle a Resio “te voy a cagar a trompadas, te voy a cagar matando”, otra que expresó –al bajar del auto con el cuchillo– “te voy a matar hijo de p…” y una tercera oyó al imputado manifestado “listo ya está, ya lo maté”.

“Es decir, la prueba resulta ser lo suficientemente idónea a los efectos de dar por acreditado el hecho tal como lo describió el fallo recurrido, restando establecer la intención dolosa por parte de Gómez, de producir la muerte de Resio”, subrayaron Rebechi (autor del primer voto) y Rivarola.

El abogado Gómez planteó que esa intención no existió. El TIP no compartió ese criterio e indicó que “es indudable que quien agrede a una persona (que en ese momento se encontraba recuperándose de la caída a consecuencia de la colisión de los vehículos), con un cuchillo pegándole una puñalada en una parte sensible del cuerpo (a la altura del pecho), no puede argumentar que no existió la intención dolosa de producir su muerte, toda vez que el elemento utilizado, era un medio más que idóneo para conseguir ese resultado deseado (…) y si bien se llevó a cabo en su totalidad” fue la oportuna intervención de Vargas que impidió que continuara agrediéndolo.

“Por otra parte, esta intención dolosa fue avalada por las propias manifestaciones del imputado, cuando expresó –según un testigo–, luego de producido el hecho, ‘listo ya está, ya lo maté’”, añadieron los magistrados.

Finalmente Gómez también objetó que la pena impuesta fuera por encima del mínimo legal por considerar que no existieron agravantes. “Teniendo en cuenta las agravantes establecidas en la sentencia (de Pellegrino), es decir la intención por parte de Gómez de producir la muerte de Resio, en primer lugar con el automotor (lo cual podría haber traído consecuencias para terceras personas presentes en el lugar) y luego aprovechar que el damnificado se encontraba reponiéndose del golpe recibido para aplicarle una puñalada en el pecho, nos está demostrando el grado de gravedad del accionar cometido por el imputado, que indudablemente supera con amplitud la aplicación del mínimo legal establecida en la figura del homicidio en grado de tentativa”, concluyó Impugnación.