“Fierreros” piden que se habilite el Autódromo de Pico para picadas

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1 Octubre, 2018 a las 23:59 hs.

Consideran que así se podría combatir la problemática que se da en la ciudad con los autos y motos que corren por las calles.



La reciente noticia de la judicialización que enfrentaron varios corredores de picadas, y la posibilidad de que la Fiscalía pida el decomiso definitivo de sus unidades para ser reutilizadas por el Estado, generó que resurgiera la propuesta de un grupo de entusiastas de las carreras de velocidad, quienes desde hace un par de años piden que se les permita utilizar el Autódromo Regional Ciudad de General Pico para la práctica. Cabe señalar que el espacio permanece cerrado luego de que no se renovara la concesión con la FEPAD y tras la idea del Municipio de lotearlo, dado que consideran que quedó “chico” y además que, al urbanizarse la zona, producirá molestias en el futuro a los vecinos.

Sin embargo el corredor Carlos Romero y el preparador Alejandro Ortega no pierden las esperanzas de que, al menos, puedan utilizar el trazado ubicado en el barrio Indios Ranqueles hasta que se tome una medida definitiva. Consideran que así se podría sacar a muchos chicos que hoy utilizan las calles de Pico como pista de carreras, poniendo en riesgo su vida y la de terceros.

“Alejandro hace 2 años presentó un proyecto en la Municipalidad para ver si se podía recuperar el Autódromo para ejercer este deporte que tanto nos gusta a nosotros. En su momento no se pudo y ahora estamos viendo que se tomó la decisión de sacar los vehículos a cada persona que corra picadas en las calles, que es algo que lo veo bien, porque creo que cada persona tiene que saber cómo se hacen las cosas, pero también queremos un espacio para que podamos ejercer este deporte. Hay otras disciplinas que se les dan más apoyo como el fútbol, el básquet o el tenis, siendo que en la Argentina el segundo deporte más practicado es el automovilismo”, afirmó “Charly” Romero.

“El autódromo está abandonado, en este momento está juntando yuyos, mugre, bichos, podrían perfectamente darle hoy en día alguna utilidad. Hace dos años presentamos un proyecto en la Municipalidad, nos atendieron muy amablemente pero no nos dieron ninguna respuesta. En esa iniciativa se planteaba el uso del espacio, había hasta un diagrama de sentido de circulación, vías de escape, todo armado. También se hablaba de que, una vez cubierto los gastos del evento, se iba a disponer del excedente de dinero para entidades locales que lo necesiten, como el Hogar de Ancianos. Hace dos años que podrimos estar ayudando gente y trabajando para que este problema de las picadas no siga existiendo”, remarcó Ale Ortega.

“Me gustaría que por lo menos en algún momento nos digan ‘lo que presentaste no es viable’ o ‘la idea esta buena pero hay que buscarla otra forma’, algo, no hubo dialogo. Por lo menos si no se puede, que nos digan que no”, manifestó.

“Es una lástima, este es un deporte que se practica y hay que darle su espacio”, dijo y consideró que “esto es muy básico, se quiere educar por sanción. Yo creo que si uno se toma el trabajo de explicar porque está mal, mostrar las consecuencias, hacer que la gente tome conciencia, así es más factible que no lo vuelvan a hacer. Si no explicas y le sacas el auto, lo más probable es que consigan otro y lo vuelvan a hacer. Porque en el fondo saben que está mal, pero no toman conciencia”, opinó.

Señaló que se debe “trabajar en tres puntos. Darles un lugar donde correr legalmente, explicarles porque no hacerlo en la calle y darles la sanción sino cumplen”.

Por su parte, Romero habló también del padecimiento de los corredores profesionales, ya que si no hay fecha organizada en Toay, “lo más cerca que tenemos es Junín para practicar este deporte. El problema es que al desarrollar el auto acá e ir a correr allá, no tenemos un lugar donde probar”.

Afirmó el piloto, como otro punto positivo para reactivar el Autódromo de Pico, que si hay carreras “se van a generar fuentes de trabajo también, porque el predio tiene que tener un cuidador, para las carrera se tienen que contratar ambulancias, personal de seguridad, hay que hacer trabajos de imprenta, limpieza, entre otros. Esto no lo proponemos con un fin de ganar dinero, solo queremos un espacio donde practicar el deporte y lo que se gana lo distribuimos cada fecha en un colegio o comedor, por ejemplo.”

Contó que en este tipo de eventos, donde vienen pilotos de otros lugares, en fechas que han corrido en Buenos Aires o Córdoba, “estimativamente tenés un mínimo de 60 motos hasta un máximo de 300. En autos más o menos lo mismo”. Teniendo en cuenta ese número, y que cada piloto por lo general llega con mecánicos, asistentes y/o familiares, organizar eventos de picadas en la ciudad podría traer un beneficio también para la economía local, ya que durante el fin de semana de competencia habrían mayores gastos en comercios, locales gastronómicos, hotelería, etc. “Acá cuando se organizaban carreras siempre hubo un buen parque de público”, remarcó.

“Si estuviera la posibilidad de tener el autódromo, la idea es acondicionarlo, refaccionarlo, mantenerlo, para que la gente se sienta cómoda en el lugar, que cumpla las normas de seguridad y este ordenado y limpio”, aseguró e inclusive aventuraron que la idea sería con parte de lo recaudado realizar un reasfaltado al menos de la recta, para así poder ofrecer un mejor lugar para las picadas.

Insistió en que la persecución y el castigo de los corredores callejeros no es la solución de fondo. “Lo primero que hay que hacer con esos chicos es darles un lugar donde correr, porque si no lo van a hacer en cada lugar que puedan. Si la policía va y los corre, lo único que van a hacer es trasladarse a otro lugar y seguir”, sostuvo.

Por último, contó que el proyecto “fue planteado hace poco con gente de provincia, inclusive este martes tenemos una reunión acá en Pico, con un proyecto aun más abierto e integral. Estaría encaminado para impulsarlo, en teoría es muy viable, aunque sea tener un lugar cerrado donde probar”.