Faunde cumplió homenaje: “Ser bombero es una cosa muy linda que me pasó y estoy agradecido a la vida”

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23 Abril, 2018 a las 19:43 hs.

El bombero jubilado cumplió el fin de semana su travesía en bicicleta a San Juan, para honrar a los bomberos piquenses fallecidos.



Días atrás José Faunde, o “El Negro” como lo conocen sus seres queridos, emprendió una nueva travesía con la intención de honrar a los bomberos piquenses que fallecieron en los últimos años, ya sea en cumplimiento del deber o por causas naturales. Finalmente el pasado sábado logró completar su objetivo de arribar a San Juan al santuarios de la Difunta Correa y ayer emprendió su regresó para General Pico.

“Pude llegar a San Juan y cumplir. Después cuando había recorrido 100 kilómetros de regreso se me rompió la bicicleta, por suerte pasó una camioneta que me alzó y me llevó hasta la terminal de Mendoza. La verdad me amargué porque quería llegar en la bici, pero bueno puede llegar por lo menos”, contó a infopico.com.

Precisó que “quería rendirle homenaje a los compañeros caídos, a Javier Pérez y Manuel Olguín, que murieron en el incendio de PRODINCO, y a Hugo Portugal, que falleció en una accidente de tránsito cuando iba a un incendio. También a otro compañero que murió por enfermedad y a un integrante de la comisión directiva que falleció hace poco”.

“Yo la pensaba hacer antes, pero la reprogramé por tema del trabajo. El motivo es el mismo que la travesía anterior, vine a rendir homenaje y traer una foto de mis compañeros bomberos fallecidos”, agregó e indicó que el lugar elegido para realizar la travesía fue consensuado con sus ex compañeros. “Yo lo compartí con los bomberos, con el jefe y todos los chicos, y decidimos que tenía que ir a la Difunda Correa”, dijo.

Comentó que “el viaje fue cansador. Hasta San Rafael (Mendoza) anduve bien porque hacía 200 kilómetros por día, pero después me agarró viento constantemente así que tarde 6 días hasta San Juan. Hice 1100 kilómetros hasta llegar”.

El esfuerzos fue grande, ya que después del cansancio de pedalear durante horas, para descansar “paraba en carpa. Cuando llegaba a un lugar que tuviera camping la armaba ahí, sino buscaba un lugar donde viera que podía armar la carpa y me acomodaba ahí. Fue hecho todo a pulmón, nadie me bancó el gasto, lo hice todo de mi bolsillo”.

Por último, reveló que le es muy difícil despegarse del servicio de bombero voluntario, a pocos meses de jubilarse tras más de 30 años en la institución. “No tienen idea lo que me cuesta, ando loco de la cabeza. Fue difícil cuando me dieron la nota de que no podía salir más a los incendios, no por el tema físico, sino por la edad, porque a los 60 años ya no podés estar más activo. Ser bombero es una cosa muy linda que me pasó y estoy agradecido por eso a la vida”.

“Voy a seguir rindiéndole homenajes a los chicos, pero desde ahora lo voy a hacer con un compañero, solo no quiero hacerlo más, es andar solo como un perro”.