Educación dio el visto bueno para usar el teléfono en las aulas con fines didácticos. Docentes y directores se resisten.
El director General de Tecnologías para la Educación, Dante Moreno, señaló que “en los docentes hay un poco de miopía o una situación de confort”. La actual resolución deja sin efecto a la anterior, la Nº 1068/06, y toda norma que se oponga a la presente.
La ministra de Educación, María Cristina Garello, resolvió autorizar el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos móviles durante el dictado de clases para alumnas, alumnos y docentes. Manifestaron que “hay que abandonar el paradigma pre-digital”.
También afirmaron que hay una gran resistencia de parte de docentes y directores en relación a este tema. En algunos colegios –secundarios principalmente-, se los hacen guardar o se los quitan cuando observan un teléfono encendido dentro del aula en manos de una alumno. “distrae al alumno y lo saca del contexto del proceso enseñanza-aprendizaje”.
Indicaron que el objetivo es que en las propuestas didácticas impulsadas y pensadas por los docentes incluyan los teléfonos celulares y otros dispositivos como un medio de construcción de conocimiento.
El director General de Tecnologías para la Educación, tuvo duros conceptos para con los docentes. Afirmó que la medida es muy resistida por parte de los docentes, porque “hay un poco de miopía o una situación de confort” y que “no la ven como una herramienta a la que puedan sacarle provecho en el proceso de enseñanza”.
Para cerrar aclaró que “no se puede generalizar, lo que en realidad siempre buscamos es comprender que los adultos viven esta situación de cambio un poco traumática, les cuesta, pero la responsabilidad nuestra es ayudarlos”.