La masiva penetración de Facebook en nuestra vida diaria, han culminado en procesos comerciales y políticos donde somos analizados para ofrecernos limitadas opciones.
La reciente revelación de la filtración de datos de más de 50 millones de usuarios de Facebook, utilizada por la empresa Cambridge Analytics, pone en evidencia qué tan controladas están nuestras opciones en un escenario configurado para manipular masas.
El suceso pone énfasis en quienes tienen acceso a nuestros datos y que en realidad sólo “elegimos libremente” las opciones que previamente se han escogido para nosotros. Los algoritmos y la llamada “Big Data” ha demostrado su validez en el uso y manejo de la información. El problema real es cuando se la utiliza para manipular y generar corridas o influenciar en las personas gracias al uso de las noticias falsas (fake news) u ofreciendo opciones que no son tales.
El impacto del escándalo le costó a Facebook usuarios y cerca de 74.000 millones de dólares, en la bolsa; aunque es difícil pensar que Facebook deje de existir, por lo menos en un corto plazo, es necesario reflexión sobre la forma en que convivimos y conviviremos en el entorno digital en un mediano y largo plazo.
