“No me voy a quedar viendo pasar la vida”, aseguró Daniel Vidoret, tras completar el IRONMAN 2018 en Bariloche

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14 Marzo, 2018 a las 10:52 hs.

Hay situaciones que, de un momento para otro, nos cambian la vida. Para mejor, o para peor. Todo depende de la fortaleza individual de cada uno para enfrentarlas, el acompañamiento, la fortaleza mental y un sin número de cuestiones unidas a demasiadas interrogantes que se cruzan por la cabeza, donde la primera frase en la cual se piensa es, ¿porque a mí?.



A partir de ahí comienza a girar la rueda, que deja de lado la fortuna en algunas situaciones, para empujar muchas veces a la vera misma de un precipicio…dependerá de quien  este parado ahí dar un paso mas…o  girar sobre sus pies y enfrentar eso que llamamos “vida” y que día a día nos sorprende.

Esta breve introducción sirve para traer a este plano la historia de Daniel Vidoret, un joven de nuestra provincia, que vive en Santa Rosa, un tipo común, que tiene su familia, hijos, que hasta hace unos años creía tener una vida normal…o lo que muchos conocemos como “normal”.

Pero esa misma vida que lo sorprendió gratamente preparando una mamadera, un día lo sorprendió con una noticia que fue como un mazazo en medio de la cabeza. Tras muchos estudios y cientos de análisis, los médicos le diagnosticaron esclerosis múltiple.

Y es ahí donde en principio, creyó que el mundo, ese mundo que había construido junto a su familia, se le venía abajo.

Y si bien al principio, la “cosa” no fue fácil de aceptar, Daniel decidió no bajar los brazos. Y el “si se puede” tantas veces escuchado, el decidió adoptarlo para sí mismo. Salió a enfrentar la vida. Abrió las ventanas, seco las lágrimas después de una larguísima noche, de esas casi interminables, puso un pie tembloroso en la vereda, y dio el paso que tenía que dar.

El se proponía demostrar que una persona con esclerosis múltiple, puede hacer, andar y estar a la par de cualquiera, como el mismo lo dijo ” no voy a sentarme a esperar que la vida y esta enfermedad me lleven puesto”.

Y junto fuerzas, la remó, se esforzó durante un año en largos y agotadores entrenamientos. Primero, corriendo. Después, ciclismo. Luego natación. Daniel se había propuesto correr el IRONMAN 2018 que se realizó en los primeros días del mes en Bariloche.

Una de las competencias más duras. Por la exigencia del terreno. Por las frías aguas. Por su condición, donde, lograr ponerse el traje de neopreno le había llevado demasiado tiempo de entrenamiento…hasta eso…pero el internamente sabía que podía. Obvio, no estaba solo. Nadie puede lograr algo de tamaña importancia si no tiene el apoyo de la familia, amigos, gente que lo aprecia…

“Cada uno tiene que enfrentar su IRONMAN, sea a través del deporte, escribiendo, leyendo, como sea, pero el desafío es de cada uno, sentir internamente que podemos;  jamás bajar los brazos” contó Daniel en una charla muy distendida con Infopico.com, donde una de las cosas más sorprendentes fue la tranquilidad con la cual encaró la charla, de una manera que dejó demostrado que ” tengo claro lo que me dijeron los médicos, tengo muy claro que tengo esclerosis múltiple, pero más claro tengo de que puedo, que no me voy a sentar a llorar en una silla de ruedas viendo pasar la vida. Hoy hay muchos tratamientos para esto, ya no es como antes.  Pero lo más importante es estar bien mentalmente. Eso es fundamental. Y eso solo te lo da el aceptar lo que está pasando y el apoyo de la familia” aseguró.

Y así fue que nadó casi 2 km en las frías aguas del Nahuel Huapi, pedaleó los 90 km de montaña y corrió los 21 km hasta completar el “IRONMAN BARILOCHE 2018”.

Y cuando llego al centro cívico, cansado, agotado, ya casi sin fuerzas, vio entre la gente a su familia, sus amigos, sus compañeros de ruta, varios de ellos de General Pico, y tras la meta se fundió  en un abrazo de esos…interminables…los abrazos del alma…

Y fue ahí…en ese mismo instante…donde supo que no había sido solo un triatlón. Sintió muy dentro suyo que había sido una carrera única…que lo había logrado…que su “IRONMAN” con la vida, estaba hecho…y que a partir de ahí, todo tenía un  nuevo sentido.