Por Norberto G. Asquini
En la política pampeana son horas de pensar la estrategia de cara a 2019, pero también de espera para las definiciones de muchos funcionarios y dirigentes políticos que aguardan conocer el calendario electoral para saber cuándo arrancar su campaña. Habrá que empezar a apurar los planes: los plazos se vienen encima.
El desdoblamiento electoral en La Pampa adelantaría los plazos, todos, y los procesos de definiciones en, por lo menos, tres meses a lo acostumbrado. Ya es un hecho que los comicios provinciales se harán mucho antes que los nacionales. Tanto que se estima, según fuentes del PJ que impulsan el “operativo clamor” para que se separen las fechas, que las provinciales y municipales serían antes de las PASO nacionales de agosto. No es una idea novedosa: todos los gobernadores del PJ que van por la reelección están detrás de esta idea en sus provincias. Una ingeniería electoral que busca separar a los escenarios locales del nacional.
Pensando en julio
El desdoblamiento y la posibilidad de que entonces julio pudiera llegar a ser el mes elegido para los comicios en La Pampa dispara todo el calendario político provincial. Especulemos: con fecha de elecciones para gobernador y vice, diputados provinciales, intendentes y concejales en julio, a fines de febrero o seguramente en marzo deberían conformarse las alianzas y días después presentar listas de candidatos; y en abril tendrían lugar las internas. O sea, estamos a un año para conformar las alianzas provinciales. Enero y febrero de 2019 no serán meses para tomarse vacaciones para la dirigencia pampeana.
Igualmente, por ahora, el desdoblamiento sería la única innovación que se daría para las elecciones de 2019: la paridad de género no ha sido analizada y cambiar el sistema de votación por la boleta única no está en los planes del oficialismo. Para ambas cuestiones, hay que modificar la ley electoral; para desdoblar no, se puede hacer por decreto o mediante una ley.
Romper con la tradición
El desdoblamiento como estrategia electoral de Carlos Verna romperá una tradición y una tendencia histórica en La Pampa: que las elecciones provinciales se han dado unificadas con las nacionales. Así se hizo desde 1983, pasando por 1987 y 1991 en las que no se votó presidente pero sí diputados nacionales, en las de 1995 que se adelantaron al 14 de mayo tras la reforma de la Constitución, las de 1999 y las de la era K: 2007, 2011 y 2015. Solamente una crisis estructural, obligó a que en 2003 se realizaran por separado, adelantándose al 27 de abril las presidenciales que llevaron a Néstor Kirchner a la Casa Rosada. Octubre ha sido el mes para las grandes definiciones en La Pampa.
Pero las tradiciones, como las normas, están hechas para romperlas. Y como afirma Maquiavelo, “quien desee éxito constante debe cambiar su conducta con los tiempos”.
La llave de la urna es del PJ
La determinación de la fecha de elecciones es una herramienta con la que cuentan los gobernadores para sacar ventaja. Verna sabe de estrategia y la electoral va de la mano con la política. El desdoblamiento es parte de esa estrategia.
Este lunes el presidente del PJ comenzará a plantear orgánicamente en la reunión del Consejo Provincial la posibilidad. Luego seguirán otros actores del PJ. El apoderado del partido es el ministro de Gobierno y Justicia, Daniel Bensusán, quien es el que define la cuestión electoral y le dará forma a la propuesta. En el entorno vernista es el que tiene la llave del tema y algunos afirman que fue una idea suya lo de las famosas listas colectoras en la interna del PJ de 2015, toda una innovación para la política local.
Las ingenierías electorales irán de la mano de un 2019 que se presenta prometedor para las reelecciones, más allá de que el escenario estará condicionado por los resultados económicos. El gobierno nacional puso en marcha la maquinaria para que repitan “los tres fantásticos” de Cambiemos, al decir del sitio Letra P. Todo indica que Macri irá por la presidencia, que María Eugenia Vidal lo hará nuevamente por la gobernación de Provincia de Buenos Aires y Horacio Rodríguez Larreta por CABA. Las tres elecciones, más alguna otra, se unificarían para darle mayor potencia electoral a Cambiemos. Los gobernadores del PJ que buscarán un segundo mandato tienen otros planes: separar ambos comicios para que el arrastre de la boleta de Macri no ayude a la oposición y evitar que la interna del peronismo nacional y sobre todo un candidato del PJ sin posibilidades de imponerse o poco competitivo, los empuje para abajo.
Dos estrategias sin muchas vueltas
En La Pampa se acorrala a la oposición con la separación de ambas elecciones. Apura los tiempos de la oposición, le saca poder de fuego a la boleta de Macri y realza la centralidad electoral y política de Verna, la esperanza del PJ para retener la provincia por cuatro años más.
Para la oposición pampeana el desdoblamiento jugaría en contra de sus posibilidades, sobre todo contando con Macri presidente y luego de quedar a solo 76 votos de ganar en las legislativas del año pasado, si bien en las ejecutivas pesan otras cuestiones para el elector.
El escenario provincial es el reflejo inverso del nacional. En el país Cambiemos está en el poder y el peronismo dividido, lo que ayuda al macrismo. En la provincia Verna logró aglutinar, más allá de las diferencias, al peronismo y la oposición está dividida. Las estrategias son unificar para Cambiemos y desdoblar para el peronismo, no hay otro misterio.