La Avenida Isidoro Brunengo se encuentra al oeste de la ciudad de General Pico. Fue pensada como una obra que modificaría y produciría un impacto favorable en los vecinos del Barrio Rucci.
El 15 de Julio 2005 se abrió la licitación para remodelar la Avenida Brunengo en General Pico. La obra tenía un presupuesto oficial de 4 millones 480 mil pesos. Se inauguró entre los años 2007 y 2008.
Los trabajos comprendían una avenida de aproximadamente 4 kilómetros, dos calzadas principales de 6.70 metros, separados por un cantero central de 12 metros y las correspondientes colectoras de 7 metros, desde la rotonda de calle 9 hasta la rotonda de Pueblo Nuevo – como actualmente se la conoce-.
Su extensión se encuentra acompañada por una clara diversidad urbana. Fábricas, quintas, el supermercado Chango Más y el Barrio Rucci VII por un lado. Quintas, salones de eventos, el Trisquelia Golf Club, con uno de los barrios privados más importantes de la ciudad, del otro.
A lo largo de su extensión sólo cuenta con un semáforo. La larga trayectoria es una tentación para los amantes de la velocidad y para aquellos que arriesgan hasta su vida ya sea conduciendo un auto, como una motocicleta. De acuerdo a un informe de tránsito policial, desde 2011 se habrían generado 4 accidentes fatales dejando un saldo de 5 muertos. A Ellos se sumarían una innumerable cantidad de accidentes de tránsito muchos de ellos de extrema gravedad.
Primero sin iluminación y luego con ella, la Avenida Isidoro Brunengo, se ha transformado en una caja de resonancia donde permanentemente se discute lo que habría que hacer contra lo que está hecho, lo que sucede a diario, con lo que podría suceder si se tomaran otras medidas.
En Septiembre 2011 con la presencia del Gobernador Oscar JORGE y el Intendente Jorge TEBES, se licitó la Iluminación que concluyó en el año 2013. “Obra significativa”, así la definió el intendente de General Pico, Jorge Tebes, señalando su importancia para la ciudad.
Para bien y para mal. En el primero de los casos, muchas familias transforman ese lugar como un espacio recreativo, de esparcimiento y de actividad física.
Otros, los menos, son los protagonistas del aspecto negativo. Picadas, accidentes y como consecuencia… muertes.
La otra cara de una avenida que fue construida porque beneficiaría la seguridad vial en ese espacio de la ciudad.
Para cerrar vale recordar una frase el intendente Alberto Campo, al momento de su licitación. Precisó que “la obra modificaría estructuralmente ese sector de la ciudad provocando un impacto favorable en los vecinos de General Pico, ya que tendrían una mejor circulación”.
Diez años después aquella definición pasó a quedar en un solo deseo, ya que la realidad indica lo contrario.