Accidente en Ruta 33: “Gritaba, pedía auxilio, lloraba, era desgarrador, esa imagen no me la borro más”

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7 Enero, 2018 a las 13:43 hs.

Un camionero pampeano fue testigo del choque y realizó un crudo relato de lo que fue el impactante accidente ocurrido el viernes.



En la noche del pasado viernes, sobre la Ruta Nacional 33, varios pampeano se vieron involucrados, de forme directa e indirecta, en un choque múltiple de camiones que milagrosamente no terminó con víctimas fatales. De todas formas, un transportista bonaerense sufrió gravísimas lesiones en sus piernas que terminaron con amputaciones.

Hugo Abona es un camionero de Santa Rosa pero que reside en General Pico y que fue un testigo directo de lo ocurrido cuando retornaba desde Santa Fe hacia nuestra provincia.

“Iban dos camiones adelante mío, un pibe de Villegas, el de Quemú y de frente venía otro. Yo venía a unos 75 kilómetros de velocidad, a unos 600 metros de distancia. Lo único que vi fue un fuego que se levantó unos 10 o 15 metros de altura, después se venía bajando se ve porque se iba ahogando. A mí no me alcanzaban las piernas, las manos, todo para poder frenar el camión y el acoplado, porque venía cargado y esto no se frena en dos metros. Me salvé por 30 segundos, si venía más cerca otra era la historia para mí y para el resto”, relató conmocionado a infopico.com

Tras lograr controlar su vehículo, contó que “estacioné como pude, con la mitad del camión arriba de la ruta y la otra mitad en la banquina. Me bajé corriendo, justo venía otro chico por una calle vecinal en un camión con hacienda, así que fuimos los dos y nos encontramos con un chico de 14 años que para que se hagan una idea parecía totalmente alcoholizado, se tambaleaba de los golpes que sufrió la pobre criatura. Lo hicimos sentar en el asfalto. Mientras tanto el padre gritaba, pedía auxilio, lloraba, era desgarrador, esa imagen no me la borro más”, dijo con dolor en su voz.

“Yo levante la vista y vi que estaba el chofer del primer camión que estaba asistiendo al hombre, quien estaba aprisionado entre las chapas y los hierros. Trataba de mantenerlo calmado, cociente. No sé si por la desesperación o que, llame a la ambulancia, la Policía, los Bomberos, no sé si era producto de la desesperación mía que me parecía que pasaba mucho tiempo sin que me atendieran”, recordó.

Luego confirmó que junto a otro camionero debieron actuar para evitar que se quemara n los restos del camión siniestrado. “Yo vía que había fuego y el hombre hacía fuerza y pedía que lo sacáramos, así que me puse a mirar pero no parecía que fuera a reventar nada porque ya se había reventado el tanque de gasoil, solo chorreaba lo que quedaba y eso se había prendido fuego, así que lo apagamos con la leche que salía del tanque del camión”, contó.

“Después nos pudimos comunicar con otro muchacho que justo paró ahí también, pedimos que nos mandaran urgente la Policía, los Bomberos y que vinieran dos o tres ambulancias porque no sabíamos la cantidad de gente que estaba apretada. Con las balizas tipo velas que tiene la Policía cortamos la ruta, porque venían todos hechos unos locos, no sé que tiene en la cabeza la gente. Hicimos de policías, de bomberos, de enfermeros, de todo, queríamos ayudar al compañero”, agregó y aclaró que el damnificado no es pampeano como se dijo en un primero momento, sino que “ese hombre es de Trenque Lauquen, iba a la provincia de Córdoba”. Junto a él viajaba su hijo de 14 años, quien aprovechando las vacaciones para estar con su padre y sobre quien Hugo aún no entiende como salió sin mayores lesiones del interior de la cabina del camión que quedó destruida.

“Los bomberos cuando llegaron cortaron todo y lo sacaron en seguida, un espectáculo, es para destacar la profesionalidad que tenían, son una barbaridad, eran de Cañada Seca. Estaban muy bien entrenados, asistieron al nene, estabilizaron al hombre y luego lo rescataron, sabían cómo trabajar”, destacó y comentó que “al nene lo llevaron primero así que no vio cuando sacaron al padre, menos mal porque cuando lo hicieron le faltaba el pie izquierdo, que estaba apretado dentro de los fierros de la cabina. La otra pierna era un trapo, después me enteré que se la amputaron desde debajo de la rodilla”.

“El camión sabemos que era un Ford, pero no puedo decir si era un 22 o un 32, o que, porque lo único que quedó fue la parte de la cucheta, no quedó nada sano. El acoplado quedó acostado entre la ruta y la banquina, arriba del chasis, porque el camión había perdido el tanque”, detalló a modo de dimensionar la magnitud del grave accidente.

“Por suerte se lo pudo sacar a tiempo al hombre, porque después se vino una tormenta de tierra, cayo piedra en seco y después se vino con todo el agua. Estuvimos ayudando a parar la gente en la ruta mientras trabajaba Criminalística. El accidente fue a las 22:50 y recién se habilitó la ruta a las 4:30 horas, había como 3 o 4 kilómetros de cada lado con filas de camiones, encima había una sola mano, porque el tanque había quedado cruzado la mitad en el asfalto, tapando media mano, y lo que era el motor y la cabina estaba sobre la mano contraria, así que había que hacer un zigzag medio ajustado donde se pasaba de a uno y suave”, finalizó.