La actividad fue días atrás en el Viejo Galpón, como culminación de un 2017 exitoso.
“Hemos terminado con muchísimos proyectos para llevar adelante, abrir nuevas puertas y oportunidades para el año que viene. Estoy muy agradecida con todo, con mis alumnas, con el grupo de padres que acompañan permanentemente todo el año, a la encargada de vestuario Patricia Engraff, al staff de vestuario y maquillaje: Griselda, Silvana, Gabriela, Silvia y Melina y a mi familia especialmente a mi marido José que siempre colabora en todo lo que solicitamos”, refirió la profesora Fernanda Marietti.
Por otro lado, la docente hizo referencia al viaje a Mar del Plata, donde participaron 32 alumnos de todas las categorías. El viaje fue posible al trabajo de todo un año donde se hicieron distintas actividades para recaudar fondos (venta de sorrentinos, pizzas, empanadas, además del festival que se realiza en el mes de octubre que también se destina para cubrir gastos de los alumnos que viajan).
En lo que respecta a las nacionales, explicó que los grupos que participaron en las nacionales de la FAGA, “tuvieron una experiencia muy linda, trajimos premios, pero la jornada fue muy enriquecedora por la experiencia, la interacción con los profesores de distintas provincias y vimos un nivel muy alto”.
Manifestó que el 2017 fue “muy productivo y queremos seguir creciendo, por eso en el cierre de año queremos destacar el trabajo de Julieta Cufre, que hace 10 años que concurre al instituto y este año obtuvo el título de profesora de jazz. Además también se recibió en ritmos latinos Daiana Arrieta y María Paula Vera en danzas clásicas que viaja desde Ítalo durante todo estos años.”
“Tanto en el ámbito educativo general como en el de la educación social, la danza desarrolla capacidades que favorecen el desarrollo personal y en consecuencia, su integración en el entorno en el que vive. La danza favorece la autoconfianza, el creer en uno mismo a través del control de su cuerpo”, señaló.
Agregó que “aumenta la capacidad para expresar y desenvolverse en el tiempo y en el espacio. Facilita la relación con los demás y el conocimiento de uno mismo. Fomenta la superación de estereotipos y prejuicios por cultura o sexo. Ayuda a vencer la timidez y a desinhibirse. Y por último, ofrece una alternativa de ocio saludable y establece modelos de identificación social. Movilizar a nuestra comunidad hacia un territorio de inclusión, aceptación e igualdad de oportunidades”.
Hay que recordar que el Instituto Fracassi se abrió en marzo de 1994, por lo que ya suma 23 años de existencia.
