Los condenados de 25 de Mayo ante el STJ: Negaron intervención “Si hubo abusos, el violador sigue suelto”, dijo una de las docentes

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12 Diciembre, 2017 a las 19:36 hs.

En una audiencia realizada hoy en el Centro Judicial de Santa Rosa, a pedido de las defensas, los cuatro docentes condenados en la causa por los abusos sexuales en 25 de Mayo volvieron a proclamarse inocentes ante los ministros que conforman la Sala B del Superior Tribunal de Justicia. Además sus abogados pidieron la libertad para los tres que permanecen detenidos por entender que se cumplió el plazo máximo de la prisión preventiva.

Oscar Aníbal López, Marcelo Tatavitto Roade, Gabriela Angélica Bastías y María José Tello, en ese orden, se presentaron ante los ministros Fabricio Luis Losi y Elena Victoria Fresco para que los conozcan –lo que técnicamente se conoce como audiencia de visu–, ya que ellos deben resolver la casación presentada por los defensores particulares Omar Gebruers y César Augusto Rodríguez contra el fallo condenatorio. También asistieron un tercer ministro, Eduardo Fernández Mendía, porque aunque no es titular en la Sala Penal podría eventualmente tener que votar en caso de empate, y el fiscal general Guillermo Sancho en representación del procurador general Mario Oscar Bongianino. No concurrieron, aunque habían sido notificados, la asesora de Menores y los querellantes particulares. Durante la audiencia, Losi, como presidente de la Sala, le formuló preguntas a las partes y a los docentes.

Los imputados fueron condenados por el Tribunal de Audiencia de la Primera Circunscripción Judicial el 1 de febrero y esa sentencia fue ratificada, en mayo, por el Tribunal de Impugnación Penal.

Tatavitto Roade recibió 18 años de prisión por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por haber provocado un grave daño en la salud mental  de un menor; abuso sexual gravemente ultrajante en perjuicio de otro niño; y por su participación en el abuso sexual gravemente ultrajante de un tercer menor. Las víctimas fueron tres alumnos de cuatro años del Jardín de Infantes de Infantes N° 12 de 25 de Mayo.

A López y Bastías les dieron siete años de prisión por abuso sexual gravemente ultrajante en perjuicio de uno de esos tres alumnos, y a María José Tello tres años y seis meses y siete de inhabilitación especial para desempeñar cualquier cargo público, por incumplimiento de los deberes de funcionario público en relación con los hechos que tuvieron como víctimas a los alumnos de los que abusó Tatavitto. Tello es la única que actualmente goza del beneficio de la libertad condicional.

Las partes.

Sancho no expuso, sino que se remitió al dictamen que emitiera la Procuración ante la Sala B y que figura en el expediente. Sí se opuso a que los tres detenidos (López y Bastías están con prisión domiciliaria y Tatavitto Roade permanece preso en la alcaidía de General Acha) queden en libertad porque ya existe un fallo condenatoria. Gebruers, en cambio, sostuvo que deben estar libres porque se cumplió el plazo máximo de dos años y medio de prisión preventiva para casos complejos y la sentencia aún no quedó firme.

El defensor de Tatavitto, Bastías y Tello insistió que ellos fueron “condenados sin pruebas” y que “el Tribunal de Audiencia y el TIP tuvieron la posibilidad de fundamentar debidamente cómo habrían ocurrido los hecho; pero no sabemos con certeza cuáles fueron y dónde ocurrieron esos hechos”.

Además recordó que existe otra causa similar que involucra a sus tres defendidos y que después de dos años y medio no fue elevada a juicio ni se dictaron sobreseimientos; y afirmó que “no hay constancias” de que el Tribunal de Audiencia haya deliberado antes de dictar la sentencia ya que ella “fue impresa un día hábil después de los alegatos”.

A posteriori, Rodríguez se expresó en términos similares, señalando que no se tuvo en cuenta las dificultades motrices de López y que hubo condenas  porque “era más difícil dictar un fallo agradable, aunque sin fundamentación”. También cuestionó que no se dejaran en un segundo plano los dichos de las psicólogas forenses.

Los acusados.

López dijo que “no entiendo porqué me trajeron a este proceso”, que “no hay un solo testimonio que me ubique en la chacra” de Tatavitto –el sitio donde él cometió los abusos–, que “solo puedo caminar con bastones canadienses” y que “estuve a cargo de la Escuela Hogar de Puelén con 55 alumnos varones y mujeres de entre 11 y 19 años y jamás tuve un problema”.

Tatavitto se proclamó “totalmente inocente”. Aseveró que “las pruebas de ADN en la chacra y en mi vehículo dieron negativo”, que “esta situación transformó mi vida y la de mi familia” y que “el destino quiso que el 20 de mayo de 2015 estuviera en un oftalmólogo en Neuquén y no la Coordinación (Secundaria Zona Sur) donde trabajaba porque si no me hubieran linchado… y el muerto no declara”.

Bastías aseguró que “soy una ‘seño’, no una abusadora ni una pedófila” y que “esto sirvió para que una persona pudiera seguir en el poder porque se le venían encima los tiempos judiciales y necesitaba una causa”. Agregó: “Es la tercera vez que estamos frente a jueces. Hay que tener muchos huevos (sic) para hacer algo contrario. Pero digan lo que digan, voy a seguir siendo inocente”.

Finalmente, Tello sostuvo que “hace un mes y 12 días que soy libre y, aunque parezca reloco (sic) no me siento libre porque me arruinaron la vida”. “A mí también me buscaron para lincharme. Los padres de algunos chicos fueron con bidones de nafta para prender fuego mi casa… Y dijeron que nos íbamos a fugar. ¿Adónde? Si hasta nos quedamos sin sueldo ni obra social”, añadió.

Concluyó: “En la radio municipal llegaron a decir que pasábamos por un negocio céntrico a comprar bombachas. Nos entregaron en bandeja…  Si hubo abusos, el violador sigue suelto y quizá haya ido a las marchas”.​