Así los dispuso el Tribunal de Impugnación Penal, que hizo lugar a un recurso presentado por la defensa.
El pasado 3 de noviembre Oscar Moltaneve fue condenado por el juez de audiencia Carlos Pellegrino, quien lo encontró culpable de las amenazas que tiempo antes la habría proferido a su propio padre, a quien habría corrido con un hacha y le habría destrozado una puerta, como parte de una disputa de índole familiar. En esa ocasión el hombre recibió una pena de 4 años y 8 meses de prisión efectiva, ya que la misma se unificó con el último tramo de la condena que todavía purgaba por el asesinato de Osvaldo Etcheverry, ocurrido en octubre de 2010 en el Parque Delfín Pérez.
El defensor particular Luis Martín recurrió la nueva sentencia condenatoria y finalmente el pasado viernes el TIP le dio la razón.
“Debo poner de manifiesto que Moltavene fue condenado por el delito de amenazas agravadas por el uso de arma, circunstancia que a mi entender no se encuentra acreditada”, sostuvo el juez Fernando Rivarola, a cuyo voto adhirió el doctor Mauricio Piombi.
Explicó que “el tipo penal para la configuración necesariamente requiere que el sujeto pasivo sienta temor por las palabras amedrentadoras o bien como lo señala el juez en su sentencia por la acción que el sujeto activo está desarrollando. Lo llamativo en este caso en particular es que la víctima Héctor Cayetano Moltaneve no siente temor tal fuera manifestado en la audiencia de juicio, y ello se compadece con el desarrollo del incidente. Si nos detenemos a escuchar los audios cuando concurre la víctima al domicilio de su hijo, allí comienza a discutir, es empujado, pero Héctor Cayetano Moltaneve no huye del lugar sino va más allá, golpeándolo en el rosto a su hijo. Esta circunstancia es corroborada por la nieta de éste Y.M. quien observó cuando su abuelo agredía a su padre. Luego el imputado agarra un palo y su padre se lo saca de las manos”.
Consideró que “estas acciones desarrolladas por Héctor Cayetano tiran por la borda lo expresado por el a quo al decir que ‘relativiza el incidente para no perjudicar procesalmente a su hijo’ –afirmó-, ello en relación a la presencia del elemento contuso, pero en ningún momento el sentenciante hace referencia a la afrenta que acomete la victima hacia el imputado -golpeándolo y sacándole el palo- lo cual denota la inexistencia clara de temor en Héctor Cayetano, ya que si bien y tal surge de los informes el imputado es una persona agresiva, tanto Del Pozo como Koncurat no han referido si era capaz de acometer hacia su padre, lo cual me lleva a sostener aún más que Cayetano no le tenía miedo al imputado”.
Los jueces fallaron “hacer lugar a la impugnación deducida por el abogado Luis Emilio Martin, defensor de Oscar Guillermo Moltaneve y revocar la sentencia nº837, dictada por la Audiencia de Juicio de la Segunda Circunscripción Judicial, de fecha 3 de noviembre del corriente año. En consecuencia, absolver a Oscar Guillermo Moltaneve, (…) por el delito de amenazas calificadas por el uso de arma”.
Además, resolvió “dejar sin efecto la prisión preventiva y ordenar la inmediata libertad de Oscar Guillermo Moltaneve”.