Institución Emblemática de Pico: La Biblioteca Estrada alcanzó sus 105 años de existencia

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30 Noviembre, 2017 a las 21:44 hs.

Ubicada en calle 17 entre 12 y 14, cuenta actualmente con cerca de 4 mil socios y más de 40 mil libros.



En el año 1910, en la ciudad de General Pico, y en el local de la Escuela Nº 26, en asamblea popular, se constituyó una Comisión de Damas presidida por la directora Carmen Jofré de Quiroga, con el objetivo de trabajar para juntar fondos y con ello poder fundar una Biblioteca de carácter “popular” anexa a la Escuela. Tal propósito pudo cumplirse cuando el 30 de noviembre de 1912, cuando se inaugura la Biblioteca con el nombre de “José Manuel de Estrada”.

La nueva biblioteca se inició contando con “480 volúmenes por valor de $ 601,55, un piano y otros muebles por valor de $ 686,70”. Con el tiempo la Biblioteca fue creciendo y, en 1934, fue fusionada a la Biblioteca Municipal “Florentino Ameghino”.

En la actualidad cuenta con un número que ronda entre los 3000 y 4000 asociados. La centenaria institución tiene su ubicación en calle 17 e/ 14 y 12, donde cuenta con una oferta de material bibliográfico que supera los 40.000 libros. Los géneros son ampliamente variados y están clasificados de manera que algunos puedan ser retirados para la lectura hogareña y otros sólo disponibles de consultarse allí mismo. La metodología que siguen los socios al retirar los libros les permite tenerlos durante 15 días, cuando deben devolverlos o volver para renovar por otra quincena.

Conocemos e imaginamos algo de lo acontecido durante estos primeros 105 años. Y aquí está. Cada uno de nosotros, los habitantes de esta comunidad, puede evaluar su presente; su fresco aporte a la cultura general; la contribución silenciosa a los cientos de educandos que la visitan; la difusión de obras de distinto género que germinan en estos lares; el goce con coloridas figuras, aventurados relatos, notas musicales, dedicadas a aquellos que ni siquiera saben leer por el solo hecho de ser “bebes”; la colaboración destinada a los adultos que concurren a sus talleres. En fin, que bueno que también le permite a sus dirigentes, demostrar su capacidad de servicio. Es que se sienten orgullosos de ser continuadores de la obra que inició hace más de un siglo, la “maestra” señora Carmen Jofré de Quiroga.