El PJ pampeano en la mirada nacional: la ola y el navegante

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30 Octubre, 2017 a las 17:00 hs.

Por Norberto G. Asquini



¿Qué significó el resultado del PJ pampeano a nivel país? ¿Cómo debe ser leído en el nuevo escenario político nacional y dentro del peronismo en particular? Un escenario en el que el presidente Mauricio Macri arrasó en las urnas y quedó legitimado con más del 40% de los votos para afrontar las reformas que tenía previstas. El hecho ocurrido poco después de sacarle los fueros al ex ministro Julio De Vido y su detención mostró con toda su crudeza la marcha de ese nuevo rumbo para el país. 

Repercusiones del 76 

La elección legislativa en La Pampa cerró con un margen de solo 76 votos a favor del PJ. Si bien la “maquinita” electoral justicialista, ayudada por las nuevas tecnologías de estos tiempos, ya tenía cerrado ese dato el domingo 22, fueron los tres apoderados y funcionarios provinciales (“los tres mosqueteros” para el PJ, los “tres más odiados” por Cambiemos, casi como título de película) que en una selfie anunciaron oficialmente el resultado con una broma con el hashtagg #LTA.

¿Qué marca ese 76? El ajustadísimo resultado fue celebrado como victoria rotunda por el PJ porque tuvo que remontar 22 mil votos, y los superó. Pero también porque “frenó”, o al menos contuvo, en la provincia la ola nacional de Cambiemos. Para el macrismo fue una sacudida por las expectativas creadas en las PASO. Pero no hay que olvidarse que el escenario dejó un equilibrio electoral cortado en dos mitades (o la mitad + 76), con opciones para Cambiemos de pensar que hay posibilidades de alternancia en 2019. Aunque ya el radicalismo se está encargado de hacer derrapar cualquier sueño opositor. 

Verna, el que la supo navegar 

A nivel país, el peronismo mostró lo que ya se adelantaba en cualquier análisis. Mario Wainfeld lo considera un archipiélago sin puentes. Fragmentado y dividido entre el kirchnerismo, los gobernadores y los disidentes. Hubo gobernadores derrotados y referentes golpeados en el PJ, el kirchnerismo mostró que como alternativa de poder está lejos y Cambiemos terminó de nacer como oficialismo.

El gobernador Carlos Verna fue el navegante de esa ola nacional. Tal vez en su remontada solo lo pudieron superar, en cantidad de votos, los Rodríguez Saá en San Luis. Ambos fueron los dos únicos gobiernos provinciales del PJ que dieron vuelta la elección. Quedaron entre los nueve peronismos provinciales que ganaron (otras tres provincias no macristas son gobiernos distritales). Cambiemos se quedó con 13, pero con los cinco distritos más importantes. Tal vez el triunfo del PJ en La Pampa no fue tan holgado como Tucumán y San Juan, quienes levantaron cabeza, pero sí fue mejor que Salta o La Rioja, por no mencionar a Provincia de Buenos Aires, que ganaron las PASO y perdieron las generales. Y mejor todavía que los “grandes derrotados” como Córdoba o Entre Ríos. 

Una mirada comparativa 

¿Cómo analizar la estrategia de Verna desde este resultado y comparándolo con los otros gobernadores del PJ? 1) Su estrategia de confrontar al gobierno nacional funcionó. Otros dos de los señalados como “duros” frente a la Casa Rosada, como los Rodríguez Saá o Insfrán en Formosa, también lo hicieron y ganaron. No así Alicia Kirchner en Santa Cruz, un caso irremontable. Los que coquetearon con el presidente perdieron, como Juan Schiaretti en Córdoba o Manuel Urtubey en Salta, cuya candidatura a presidente naufragó en la ola, dos casos paradigmáticos. Los liderazgos claros y firmes se sostuvieron, los de cuño dialoguista no. 2) Verna unió a todo el peronismo detrás de su figura y su boleta, otros sufrieron que el kirchnerismo dividiera votos como Salta y Chaco o que hubiera más listas como en Provincia de Buenos Aires. Donde el peronismo fue unido, potenció sus chances, indica Ignacio Fidanza.

3) El PJ pampeano mostró que a pesar de las acechanzas, continúa vigente y sabe recuperarse. No es gratuito el resultado y tampoco sostenerse 34 años en el poder. La vieja profecía incumplida y siempre agitada por algunos sectores de la muerte del peronismo, puede bordear la realidad pero por ahora está lejos de concretarse. 

Pensar para adelante 

Verna está entre los que pueden opinar sobre el futuro del peronismo. Con su victoria y la consolidación de Cambiemos, ya está en marcha la reelección de Macri como presidente. Tiene al alcance de la mano un período de 8 años de poder.

A pesar de la alta fragmentación, los votos del peronismo están intactos, indica Julio Burdman, aunque divididos en distintas expresiones. Cambiemos logra unificar exitosamente el campo no peronista, pero al PJ le falta un liderazgo unificador.

El campo está minado para la oposición a Macri. Las terceras fuerzas fueron barridas. El peronismo perdió por tercera vez consecutiva en PBA y cada vez tiene allí menos votos -si no contamos a Sergio Massa-. CFK es la opción con más respaldo en las urnas, pero ratifica una paradoja: tiene un piso alto de votos, pero también un techo muy bajo. No se cumplen los pronósticos de su final político, pero su estrella no brilla como cuando estaba en el poder, acosada por problemas judiciales y merodeando la posibilidad de la prisión. Su presencia le da además la posibilidad de potenciarse a Cambiemos. “Con Cristina sola no alcanza, pero sin Cristina no ganan”, advierten desde los sectores K al PJ hacia 2019. Los gobernadores avanzan en otro sentido, sobre todo en el Congreso nacional, con un esquema para recuperarse y fortalecerse desde el interior y sumando a muchos que, como Massa, se habían alejado y ahora buscan retomar el camino. El ciclo K para ellos están concluido. CFK puede ser candidata potencial o la voz pública de parte de la oposición, pero los que gobiernan territorio en el PJ son los gobernadores, y son la contraparte de Macri. En 2018 serán ellos los protagonistas.

Pasaron las elecciones y hay un nuevo escenario político donde Cambiemos se ha consolidado. Algunos observan que las olas suben y bajan. Solo hay que saberlas navegar. El PJ pampeano, sorteando la ola de Macri y esquivando la costa cada vez más lejana de CFK, navega en solitario y manteniéndose a flote.