Condenan a operadores del IPESA por vejaciones y apremios ilegales

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24 Octubre, 2017 a las 18:09 hs.

El juez de audiencia de Santa Rosa, Gastón Boulenaz, condenó hoy a César Daniel Frank y a Julián Horacio García a un año de prisión de ejecución condicional.



Se los acusa por los delitos de vejaciones y apremios ilegales, en concurso real con lesiones leves calificadas por el ejercicio abusivo de su función o cargo; y dispuso además una inhabilitación especial por el doble de tiempo para que puedan “ejercer funciones de operador y/o función que implique el cuidado, custodia o relaciones de cualquier tipo de trabajo en lugares públicos y/o privados con menores de edad”.

La resolución del magistrado fue consecuencia de un acuerdo de juicio abreviado alcanzado entre el fiscal Facundo E. Bon Dergham, el defensor particular Gastón Gómez y los dos imputados, operadores del Instituto Provincial de Educación y Socialización de Adolescentes (Ipesa), quienes admitieron la autoría de los hechos. Una de las víctimas dio su consentimiento al acuerdo y la otra no pudo ser localizada.

Además las partes acordaron que se le apliquen a Frank  (40 años) y García (46) las siguientes pautas de conducta por el plazo de dos años: fijar residencia, someterse al contralor del Ente de Políticas Socializadoras, y abstenerse de relacionarse personalmente y por cualquier medio con las víctimas, dos menores de edad. A su vez Boulenaz dispuso que se envíe una copia del fallo a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.

De acuerdo a las pruebas reunidas por la fiscalía, se probó que entre las 22 del 28 de julio de 2012 y las 2.30 del día siguiente, “en el baño del sector de admisión del Instituto Provincial de Educación y Socialización de Adolescentes”, los acusados “tomaron del cuello y los genitales (a uno de los menores que en esa época tenía 15 años) y lo agredieron físicamente, pisándole la cabeza y dándole golpes de puño en el pecho y las costillas, provocándole un estado de asfixia temporal, y golpes en los brazos y las piernas que le produjeron hematomas en sus extremidades”. Luego el adolescente “fue arrojado desnudo a la cama de una habitación”. Ante esa situación, otro menor que por  entonces tenía 17 años,  “intentó defender” a su compañero y los imputados “lo tomaron del cuello y lo encerraron en una habitación fría, desnudo y sin abrigo”.

Los hechos sucedieron “en circunstancias en que los menores habían intentado abrir la puerta de ingreso al Ipesa con una llave que encontraron en el piso, mientras los operadores se encontraban en una sala comiendo un asado”, dice el fallo.

Entre las pruebas tenidas en cuenta para la sentencia condenatoria figuran un video en Cámara Gesell, la entrevista con una de las víctimas, informes médicos, denuncias realizadas ante la Secretaría de Derechos Humanos, tomas fotográficas, entrevistas efectuadas por la FIA, una resolución de ese organismo y una nota del director del Ipesa a la Dirección General de Niñez y Adolescencia informando sobre el apartamiento del personal involucrado.