Sacar la cosecha de los campos se transformó en muchos casos en una hazaña para los camioneros de la zona.
Las inundaciones que afectan principalmente al noreste pampeano generan diferentes tipos de perjuicios que inciden de forma directa e indirecta en la economía de los pueblos, comercios, empresas y trabajadores.
El sector del transporte sufrió un duro golpe este año en La Pampa. En un año en el que se avizoraba una “cosecha record” que permitiría a muchos salir de deudas, afirmarse en la actividad y hasta poder realizar inversiones de cara al futuro, el agua acumulada en los campos les dio una fuerte cachetada de la cual todavía están intentando reponerse.
Si bien con el paso de las semanas, y la ausencia de precipitaciones de relevancia, la situación mejoró, el ingreso y egreso a los campos donde se logró levantar algo de la cosecha sigue siendo un periplo. En cada jornada son cientos los transportistas que ponen en riesgo su capital para tratar de sacar los granos y obtener lo suficiente para subsistir.
Día a día los camioneros de la zona se encuentran con diferentes problemas. Imposibilitados de entrar a muchos predios rurales, los contratistas trasladan la carga por mayores distancias y cargan camiones y acoplados en sectores donde, a priori, el terreno está más firme. Sin embargo, no hay garantías de nada. En cada jornada hay noticias de rodado encajados, en el mejor de los casos, y hasta volcados, en el peor de los episodios.
Los trabajadores no solo se perdieron lo que podrían haber ganado, sino que además tienen mayores gatos por los desvíos que tienen que hacer por el estado de las rutas y caminos vecinales, y por los daños que suelen sufrir productor del estado del piso. Un ejemplo de lo dicho son las imágenes que envió este fin de semana un lector de infopico.com, tomadas cuando su camión se encajó y casi se vuelca en un sector donde fueron colocadas cañerías para permitir el paso del agua por debajo del camino, en el sector de La Puma.
