El contacto con la música comenzó a sus 15 años. Hoy a sus 21 años se entusiasma en cuanto a su futuro y la idea es seguir estudiando la carrera de instrumentista en trombón en Buenos Aires.
Al inicio de la charla, nos encontramos con un joven sencillo, de hablar suave y pausado y con una gran curiosidad y predisposición hacia el arte y la música.
En la última presentación del Ensamble de Vientos, muchos piquenses se dejaron llevar por el ritmo de los bronces que bajo la batuta de Matías Rach, ofrecieron un espectáculo de alta calidad. En esa oportunidad llamó la atención la dedicación y entrega del primer trombón, Mauro Arrieta.
El joven nació un día martes, 18 de Junio de 1996 y es hijo de María Elena Michelis ama de casa y de Leo Arrieta, herrero.
La escuela primaria la hizo en la Capilla Nuestra Señora de Lujan, la secundaria en la Escuela Normal y actualmente está en 4 año del Profesorado de Música en el Instituto de Bellas Artes.
Mauró señaló que el contacto con la música comienza a sus 15 años, tocando la guitarra en un taller de “Música” dictado por la docente Selva Bistolfi.
Termina la primaria y sigue de forma particular hasta que se entera que dan clases de lenguaje musical pero como requisito tenía que tocar un instrumento de ensamble y aprendió percusión y además era gratuito y prestaban los instrumentos. Tocó todo un año y el siguiente ya entra como trombonista, que fue un instrumento que le llamó la atención desde siempre.
Hoy en día se encuentra viajando periódicamente a Buenos Aires para tomar clases con
Guillermo Willi Mengel integrante de la Orquesta Estable del Teatro Argentino de la Plata y así capacitarse junto con compañeros y docentes.
Como primicia nos cuenta que está trabajando para el 6, 7 y 8, de octubre, donde el Ensamble realiza su festival de vientos y percusión para que todos puedan tener la posibilidad de acceder a un profesor especifico e instruirse mejor.
El joven es del Barrio Energía y progreso. Tiene recuerdos de su casa y del barrio junto con sus amigos de la infancia con quienes mantiene un fluido contacto.
Aunque ama la música su vida es normal a la de cualquier adolescente. En propias palabras señala que “no están bueno los excesos en nada”, es por ello que disfruta de las pequeñas y cotidianas cosas de la vida.