El macrismo en busca del voto sorpresa

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25 Julio, 2017 a las 18:00 hs.

Por Norberto G. Asquini

 



¿Podrá el PRO, la lista macrista en Cambiemos, imponerse en las PASO del 13 de agosto en La Pampa? ¿Podrá su boleta ganar o colocarse segunda en esa interna contra dos radicales y demostrar que su espacio político ha crecido más allá de la figura del secretario de Deporte de Nación, el exfutbolista Javier “Colo” Mac Allister? Esas son las preguntas a las que tratan de darle una respuesta en el PRO y entre sus aliados pampeanos, y también son los límites que quieren sortear. De hacerlo, cambiaría el escenario político provincial, pero hay condicionantes que frenan esos sueños. 

El amarillo puro 

El diputado nacional Martín Maquieyra es el candidato amarillo puro del Cambiemos pampeano que quiere renovar su banca. Es protagonista de una interna no querida por el PRO, ni el nacional ni el local. Una interna a la que lo empujaron las diferencias en el radicalismo pampeano, y sobre todo los intereses de un sector que se victimiza porque afirma que no lo dejaban presentar candidato, pero que no quiso allanar el camino para un acuerdo mayor de cara a 2019 que fortaleciera a la oposición.

Maquieyra enfrenta a Francisco Torroba y a Martín Berhongaray, y el PRO espera que haya un “voto sorpresa” a su favor, como ocurrió en 2013 cuando Mac Allister, a pesar de lo que muchos opinaban, se metió en el Congreso ganando una de las tres bancas en juego.

Por supuesto, estamos lejos de ese escenario, que cambió en muchos sentidos. El PRO apostó por Maquieyra para disputarle la primaria a la UCR, a pesar de que los sondeos marcan cierto desconocimiento de su figura en el votante pampeano. Tiene a su favor su favor el haberse convertido en el representante de Macri en La Pampa frente a los otros precandidatos radicales que tratan de esquivarle a esa definición y, sobre todo, el ser respaldado por la figura de Mac Allister que estuvo haciendo campaña en los últimos días en la provincia. Habrá que ver si los apoyos que tiene el exfutbolista y hoy funcionario nacional a su figura puede trasladarlos, algo que es muy difícil de lograr. Mac Allister es visto como uno de los posibles candidatos a gobernador de la oposición para 2019, aunque fiel a su estilo trata de esperar el momento adecuado para definirse. Un derrota de su delfín, igualmente, no mellaría sus posibilidades futuras, ya que tiene votos propios.

El contexto también es diferente a 2013: el macrismo es gobierno a nivel nacional y tiene más recursos para poner en La Pampa. Y una mayor estructura política de apoyo con legisladores y funcionarios en los organismos nacionales de la provincia. Hay además otro punto a favor, aunque no sea determinante: Maquieyra ha recorrido casi todas las localidades en los dos últimos años. 

Ayer y hoy, parecidos y diferentes 

El PRO quiere cosechar los mismos votos que en la anterior primaria con la UCR, la de legisladores nacionales de 2015. En esa votación, Mac Allister enfrentó al radical Juan Carlos Marino para el cargo de senador. Esas elecciones son una muestra de lo que busca captar el 13 de agosto el macrismo pampeano: un voto independiente que es alto, que lo tiene como referente a Mac Allister y que está centrado principalmente en Santa Rosa y General Pico. Allí hizo la diferencia. En esas elecciones de 2015, Marino ganó por 38 mil votos contra 34 mil de Mac Allister, apenas 4.337 sufragios de diferencia. Una de las peores performances en comicios legislativos de la UCR en La Pampa, que la retención de los dos legisladores nacionales y otros resultados disimularon. Marino se impuso por la estructura que mantiene el radicalismo en el interior provincial que acortó la diferencia a favor suyo, pero mostró también la debilidad del candidato que tiene sus ambiciones puestas en 2019.

En esa oportunidad, la UCR estuvo a punto de perder frente a Mac Allister sus legisladores nacionales si su dirigencia hubiera ido dividida en dos listas, como se había planteado previamente. Pero pudo más para lograr una boleta de unidad el enfrentar al PRO y a su principal candidato y, sobre todo, la posibilidad de perder todo cuando cada sector podía mantener lo que se tenía.

Esta vez el escenario ha cambiado. Por un lado, el radicalismo va dividido, pero enfrente no está Mac Allister. Tal vez por eso es que Berhongaray y todo el arco opositor a Torroba que está detrás de su candidatura, se atrevieron a dar este paso. Pero también Torroba no es Marino, su figura es más reconocida y respaldada y tiene votos propios de los independientes, sobre todo en Santa Rosa y General Pico, el mismo electorado por el que compite Maquieyra. 

El candidato más macrista 

En el PRO, ya resignado a hacer campaña y a intentar ganar la primaria o llegar segundo para ingresar la segunda candidata en una lista encabezada por un radical para las generales de octubre, tienen un aliciente. Macri es presidente y no solo el candidato a presidente como hace dos años, lo que podría jugar a favor de Maquieyra al ser su único representante genuino.

Analizan además cerca de Mac Allister, y también en las oficinas de los gurúes del PRO nacional, que para Cambiemos sería más favorable si Maquieyra ganara las primarias para competir en octubre. Afirman que de esta manera se polarizaría aún más la elección pampeana entre un PJ abiertamente opositor al gobierno de Macri y una lista de Cambiemos con un referente de la Casa Rosada. El choque de proyectos, el peronista y el macrista, sería explícito e indudable, algo que no garantizan ninguno de los dos candidatos radicales.

Mac Allister bajó desde Nación a La Pampa para hacer campaña por su candidato y apuesta todo a Maquieyra. Hace 24 años, se cumplen estos días, el entonces número 3 de Boca fue determinante en lo que puede ser considerado su punto más alto como deportista. En la final de la Copa de Oro, Mac Allister convirtió el único gol de ese partido a Atlético Mineiro. El autor de esta columna no es para nada futbolero, pero tiene el recuerdo fugaz de haber visto ese partido de casualidad. Ese día, Mac Allister como si fuera un centro delantero, se tiró de “palomita” en el área y cabeceó al gol entre varios defensores. Esta vez, el secretario de Deporte sueña con definir nuevamente frente a todos, como en sus años xeneixes. Una metáfora futbolística como las que le gustan a él.