Por Norberto G. Asquini
Y largó nomás la campaña para las elecciones primarias del 13 de agosto. En La Pampa, como en el resto del país, el eje estructurante de la competencia electoral pasará por el plebiscito a la gestión del presidente Mauricio Macri.
Las legislativas de este año, aunque no definan para La Pampa más que tres bancas, aunque su resultado nacional no sea concluyente, son consideradas por el macrismo relevantes para que el cambio que propone pueda seguir en marcha, y para el peronismo, en todas sus vertientes, como una instancia para ponerle un límite a ese proyecto que opta por favorecer a los sectores más pudientes. En la provincia, la reunión que tuvo Verna con sus funcionarios dio cuenta de lo que significan para el oficialismo: hay dos modelos en disputa, el peronismo y el macrismo, y ambos se enfrentan en las urnas.
La fortaleza política del PJ
En estas elecciones el PJ está fortalecido en La Pampa por varias cuestiones. En lo político, a diferencia de Provincia de Buenos Aires y CABA, el macrismo no está apuntalado por la polarización con Cristina Fernández. En PBA, ese ha sido un acierto del PRO para sostener sus respaldos ante la falta de resultados económicos. En La Pampa, la “grieta” no parece tener peso. El peronismo pampeano no es identificable con el kirchnerismo y no es parte de ese pasado K al que puede apelar el macrismo. De ahí también la baja aprobación de la figura de Macri en las encuestas que se han conocido hasta ahora.
El periodista Mario Serrafero indica que al polarizar el macrismo con CFK, el debate se ha detenido en el pasado. De esta manera, el gobernador Carlos Verna -y los candidatos del PJ- confronta con éxito desde lo discursivo con Macri porque plantea sus diferencias desde el presente. Desde los problemas concretos de La Pampa frente a la Casa Rosada y la discriminación sufrida en los fondos. “El voto económico siempre es un voto presente”, afirma el consultor Mario Riorda. Y la campaña tendrá esa impronta. Macri se plebiscita a nivel nacional, y Verna lo hace a nivel provincial.
El único aparato
El peronismo pampeano, a diferencia de la división observada en PBA, va unido. Un panorama muy distinto a lo que le ocurre a la oposición. La interna es más simbólica que concreta en el PJ. La lista de unidad, del consenso entre las líneas mayoritarias y los “otros” peronismos del kirchnerismo y el massismo, disputará las PASO con cuatro boletas más que a priori son de carácter testimonial. Si la unidad es una fortaleza, también puede tener sus acechanzas. Esa cuestión hace que no haya tanta movilización, y que la interna de Cambiemos, entre tres listas, tenga una mayor centralidad y competitividad, por lo que concita mayor expectativa entre los independientes.
El PJ fue la única fuerza que pudo hacer un acto de lanzamiento el viernes en el Club Argentino de Santa Rosa, aunque sin la masividad ni el entusiasmo de otras veces. Esta elección de medio término no moviliza como las ejecutivas, y la sociedad está enfrascada en sus propios problemas. Se siente un malhumor general, que apunta a la situación económica, y que también se expande a todo el arco político. El acto, y otros encuentros locales, muestran que el PJ es el único con un aparato activo y extendido. “¡Qué lindo es el peronismo! Cuando quiere pelea, cuando quiere se une”, afirma al autor un dirigente de consulta habitual medio en tono de admiración, medio en tono sarcástico.
El Justicialismo peronizó su campaña frente al macrismo. Una escenario muy diferente a lo que propusieron en sus lanzamientos en Buenos Aires CFK, Sergio Massa y Florencio Randazzo, más abiertos a un elector independiente. El PJ de 2017 es una mezcla de tendencias entre lo tradicional y el aggiornamiento, entre lo nuevo y lo viejo. Se aferra a su identidad partidaria con su escudo, y a la vez promueve un frente abierto a todos los peronismos en una coalición electoral casi inédita. El verde vernista, finalmente, es el color que los unifica.
Los representantes de Macri
En la oposición vamos a tener la disputa central de las PASO. Si Verna y el PJ confrontan contra Macri, Cambiemos está enmarañado en su propia interna. En este frente compiten por un lugar en octubre, y también en el Congreso, Francisco Torroba y Martín Berhongaray por el radicalismo, y Martín Maquieyra por el PRO. Son en ese orden la experiencia, la “renovación” y el representante del gobierno nacional.
El radicalismo se vio arrastrado a ser el representante de la marca Cambiemos y a una interna anticipada para disputar espacios de cara a 2019. Torroba y Berhongaray hacen sus campañas disimulando que serán los representantes del macrismo en La Pampa. Sus discursos quedaron atrapados y vacíos de contenido político por ese escenario. ¿Cómo enfrentar al PJ sin decir que son parte del gobierno nacional, que se sentarán en el Congreso en la misma bancada que el macrismo? En sus campañas, por ahora, prevalece el tono neutro y el resaltar sus cualidades personales. No se nacionaliza. Y hasta hay algunas referencias internas: Berhongaray, uno de los que promovía el Cambiemos pampeano, ahora habla de que no lo quisieron dejar competir desde Casa Rosada. Su referencia a la interna radical es un discurso que le achica.
Maquieyra debe enfrentar como referencia del PRO a los dos radicales. La tiene más fácil en el desarrollo de su campaña ya que es el representante directo de Macri. Defender los logros del presidente, disimular decisiones y errores y apoyarse en las expectativas es su línea argumental.
La oposición no macrista
En la polarización pampeana entre “Macri sí, Macri no”, el Frente Progresista, la tercera opción en estas elecciones, será el espacio que represente a la oposición al PJ que es crítica al macrismo. Desde el discurso de confrontación con el rumbo económico de Macri hasta personificar los ideales de un progresismo al estilo alfonsinista que ha sido extraviado por la UCR oficial volcada al macrismo, busca el apoyo de un arco de votantes que no encuentra en Cambiemos su espacio de representación.
Puede haber una polarización entre el PJ y Cambiemos, pero también hay quienes quieren una postura alternativa a ambos sectores, enfrascados hoy en un conflicto que no parece tener resolución a la vista. La búsqueda de ese elector, sea por convicción -progresista o antimacrista- o por descarte frente a las otras dos opciones, es la estrategia del Frente Progresista.
En La Pampa, las legislativas serán elecciones que irán marcando el camino hacia 2019. No se espera mucho de ellas para el presente inmediato, pero si se las considera cruciales para la confirmación o rectificación de la marcha del gobierno de Cambiemos y las posibilidades opositoras dentro de dos años. El 13 de agosto, las primarias serán un aperitivo para lo que vendrá en octubre.